Los aportes y los riesgos de un acuerdo UE-Mercosur
–¿Qué podría aportar un acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur?
–Al parecer se decidió retomar el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea, lo que a priori parece ser una buena idea. Pero al mismo tiempo, o previamente, sería adecuado que el Mercosur termine de solucionar múltiples problemas de funcionamiento de diversa gravedad y que se profundizaron en los últimos diez años. Quizás ésta sea una oportunidad para sentarse a rediscutir. Lo más interesante de un acuerdo con Europa lo constituyen las inversiones, las áreas no tradicionales de los servicios no financieros y los bienes de nicho o los derivados de la agroindustria. Las posibilidades de vender productos industriales en Europa no sólo están fuertemente limitadas por el contexto internacional, sino también por cuestiones estructurales que son para otro artículo. A priori, un acuerdo europeo amplio y rápido primarizaría nuestras exportaciones más que un acuerdo con los países del Nafta. Sin perjuicio de ello, un acuerdo que cree comercio siempre será conveniente si se toman recaudos respecto de los servicios y si se pone el acento en las disciplinas comerciales y las regulaciones que pasan inadvertidas y que terminan siendo peor que los aranceles, ya que la Argentina tiene altos aranceles, pero bajas restricciones no arancelarias, mientras que en Europa ocurre lo opuesto.
–¿Qué debería ocurrir con las cláusulas de salvaguardia?
–Hay sectores que difícilmente puedan competir con Europa, particularmente si no se es estricto con los requisitos de origen y con las cláusulas de salvaguardia. Respecto de este punto me parece que nuestro país no usó, y sería extremadamente importante que las ponga sobre la mesa. Las salvaguardias son un auxiliar de la reconversión industrial y como toda herramienta potente debe ser utilizada con mesura y criterio. Las salvaguardias pueden ser de dos tipos: generales o particulares. Las generales no están atadas a un sector en particular y pueden ser de balanza de pagos o aplicables a un sector, aunque no específico de él. Las particulares hacen a un sector determinado tal como fueron las de los acuerdos textil o el agropecuario.
–¿Qué riesgos pueden existir para algunos sectores?
–La salvaguardia permite legalmente poner cupos o aranceles adicionales a un sector, por un cierto tiempo, al verse dañado o amenazado por el aumento de las importaciones. La salvaguardia exige un plan de reconversión, por lo que es útil para discutir en forma estructural entre el Gobierno, los empresarios y, eventualmente, los sindicatos. Existen sectores que estarán amenazados por el acuerdo y estará en riesgo su subsistencia. Las alternativas son dejar afuera ciertos sectores, no demasiados, o plantear mecanismos de salvaguardia aplicables al aparecer el daño.