Con intérpretes menos poderosos, una suerte de revival de la Legión
Delbonis, Pella y Schwartzman se instalaron en la tercera rueda de un Masters 1000, con buenas victorias e ilusiones de afianzarse en la temporada; un torneo en el que sienten el afecto de la gente
MIAMI.– “Siempre que vengo a Miami me siento como si estuviera en casa”, afirma, aún transpirado, Federico Delbonis en la zona mixta después de revertir su duelo de segunda rueda frente a Pablo Carreño Busta en el Abierto de Miami. El héroe de la conquista de la Copa Davis en Zagreb fue ovacionado en repetidas ocasiones durante su partido frente al español y, si bien su frase se refiere al cariño que decenas de fanáticos que llegan a Crandon Park le ofrendan a sus compatriotas en cada partido, sus sensaciones podrían definir la campaña albiceleste en Key Biscayne: por primera vez desde la edición 2016 de Indian Wells habrá más de un tenista argentino en la tercera vuelta de un Masters 1000.
Después de la consagración en Zagreb, el rendimiento en Miami es otra señal de optimismo para un tenis que lejos está de los días en los que la Legión, encabezada por David Nalbandian, Guillermo Coria y Gastón Gaudio, ofrecía a un gran protagonista semanal en los principales torneos del circuito.
Delbonis fue quien inauguró el sendero triunfal el viernes por la tarde con una reacción inolvidable frente a Carreño Busta por 1-6, 7-5 y 6-2. El español, 19º del mundo y 15º preclasificado, había sido semifinalista en Indian Wells hace una semana. El ídolo de Azul tendrá una buena chance de seguir avanzando frente a Jan-Lennard Struff (63º).
Guido Pella extendió la racha por la noche en una de las actuaciones más brillantes de su carrera: eliminó al búlgaro Grigor Dimitrov por 6-3 y 7-6 (7-4), con una extraordinaria producción en la que combinó su mejor tenis con un carácter implacable.
“En mi carrera tuve partidos muy buenos, pero éste, por el momento que venía arrastrando de no poder mantener el nivel durante todo un partido, tal vez sea el mejor. Necesitaba una buena actuación para poder confiar de nuevo y este fue el partido”, reflexionó consumado su triunfo.
La temporada de Pella no había empezado bien, golpeado por la derrota frente a Fabio Fognini en el quinto punto de la primera etapa de la Copa Davis. Después de mostrar atisbos de recuperación en Indian Wells, donde perdió con Rafael Nadal en segunda rueda, confirmó las buenas sensaciones en Miami: batalló en el debut frente al estadounidense Tim Smyczek y desdibujó al 13º del circuito.
“Sabía que jugando bien podía tener chances contra grandes jugadores y pude ganar. Ojalá pueda recuperar el ranking rápido. Jugando así sé que lo voy a hacer. Si mantengo este nivel lo voy a lograr”, analizó un Pella que buscará seguir creciendo en el ranking –actualmente ocupa el puesto 158°– en la tercera rueda frente a Nicolas Mahut. El francés, número uno del mundo en dobles, es uno de los pocos jugadores que quedan en el circuito con un estilo de saque y red, un tenis de otros tiempos.
Ayer, ya sin la intermitente lluvia que interrumpió la jornada del viernes, pero con un viento molesto que volvió a complicar a los jugadores, se sumó Diego Schwartzman al grupo de argentinos: le ganó por 6-2 y 6-3 a David Ferrer, espejo, ídolo y referente, en apenas una hora y 16 minutos.
“Sin dudas es uno de los triunfos más importantes de mi carrera, es uno de los partidos más importantes que jugué hasta ahora. Más allá de que él no esté en su mejor nivel, es una victoria muy buena para mi, especialmente por cómo jugué”, analizó Schwartzman, con el ticket de la tercera rueda en el bolsillo.
Ferrer, sumido en un pronunciado bajón a una semana de cumplir 35 años, peleó como lo hizo durante toda su carrera, pero el argentino fue categórico: “Al final levantó el nivel y me asusté un poco. Me quebró, pero cometió dos errores no forzados rápidos, hice dos puntos buenos y me quedé con el partido. Es una felicidad muy grande”, concluyó el argentino.
Schwartzman, quien ocupa el mejor puesto de su carrera en el ranking (42º), jugará en la próxima etapa frente al belga David Goffin, 12° del mundo.
El que no pudo sumarse fue Horacio Zeballos, que sucumbió frente al poderío del suizo Stan Wawrinka (1er preclasificado) por 6-3 y 6-4
La incursión argentina en tercera rueda del Miami Open sorprende, ilusiona y rememora con nostalgia los días dorados del tenis argentino.