No es es trabajo
“En este campo no hay un único problema con una única solución. Aun así me atrevo a decir que la ignorancia ética, un problema no exclusivo del rubro, pone en riesgo continuamente este sistema que emerge. Yendo a la génesis –y por qué no consecuencia– de esta grave falencia, pienso que un problema medular es la falta de seriedad con la que es tomado el trabajo de los artistas. No hay respeto con el ámbito del arte, como si se hubiese naturalizado el hecho de minimizar su estatura. Hay muletillas que ilustran este gesto perverso: ‘lo podría hacer mi nieto’, ‘sé que sos artista, pero… ¿de qué trabajas?’ y otros peores que tienen que ver con la impostura de compromiso. Esto no implica sólo a quienes exceden el mundo del arte sino también a quienes lo constituyen o aparentemente valoran pero sistemáticamente boicotean su crecimiento, tomando como un hobby algo que está muy lejos de ser eso. Está permanentemente en cuestión la retribución económica del trabajo de los artistas –y otros agentes que posibilitan la existencia, visibilidad y/o circulación de sus producciones– y también la libertad con que estos ejecutan sus discursos.”
¿QUÉ PROPONDRÍAS?
“Me parece que es momento de tomarse en serio la cultura local. Cuidar los productores locales dentro de la escena local, como se comprenden y resguardan las producciones y acervos en el exterior. Es momento de invitar a pensar a profesionales de diferentes áreas sobre la importancia de las artes visuales y exponer de un modo contundente los resultados de estas reflexiones. El artista es un trabajador que merece, con urgencia, ser reconocido dignamente.”