Nuevas afinidades electivas
“Uno de los ejemplos de cómo distinguir el amor y el deseo: el amor conoce la renuncia, el deseo, no. Ahí reside su poder, no puede renunciar. Es la fuerza inmoral”, escribe el alemán Uwe Timm (Hamburgo, 1940) en Aves de paso.
La pregunta por el deseo en la posmodernidad, donde priman las relaciones virtuales y fugaces, es una constante que atraviesa la historia de Eschenbach, Selma, Anna y Ewald. Las dos parejas se conocen en una galería de arte e instantáneamente Anna y Eschenbach quedan hipnotizados uno por el otro. Comienzan una aventura extramatrimonial que conllevará, por un lado, a la separación de los cuatro y, por otro, a la decadencia del protagonista. El eros, dulce y amargo a la vez, impulsa a los personajes.
Tras la huida de Anna a Estados Unidos, Eschenbach vive aislado en una isla del mar de Frisia que se vuelve refugio del desamor pero también de la bancarrota, luego de la quiebra de su empresa de software. Desde ese lugar de pérdida, soledad y reflexión, el autor propone una novela con múltiples matices, desarrollados en una estructura fragmentaria. La historia de la pareja de amantes se narra en retrospectiva y se enfatiza con el anuncio de la visita de Anna a la isla. La observación de las aves, el cambio de las mareas alternan con fragmentos del pasado, en el que el deseo era el motor de las acciones. También otros fantasmas visitan al protagonista, lo que permite un retrato más amplio de su vida: su ex mujer, su hija, amigos y diferentes trabajos.
Timm profundiza las relaciones, extendiendo sus inquietudes a las ligazones entre padres e hijos, amistades, colegas e incluso rivales. Eschenbach no ve a su hija frecuentemente. Su negativa a tener un bebé con Selma lo aleja cada vez más. Por el contrario, Ewald ama a sus niños y sufre cuando Anna se los lleva. Así, los personajes masculinos extrapolan su rivalidad a una suerte de camaradería al ser abandonados por la misma mujer.
La novela plantea la pregunta por las relaciones modernas, “líquidas”, que se volatizan como objetos de intercambio, pero no esquiva las formas de encuentro del siglo XXI. La hija de Eschenbach, una exitosa financista, conoce a su pareja en un sitio de citas. La interrogación por el deseo y el amor se hace explícita: “¿Por qué no saber ahora mismo lo que normalmente tardamos en saber?, había dicho la experta en matchmaking. Porque el propio proceso de adquirir ese conocimiento forma parte de la historia de la relación. Constituye su riqueza. Su esperanza”. Lo azaroso del amor es el leitmotiv del protagonista, mientras que a su amante la carcome la culpa cristiana que la obliga a dejar todo.