LA NACION

Baja la tasa de los plazos fijos

El interés promedio se ubicó en 16,5% anual, en lo que constituye el nivel más bajo de los últimos 40 meses

- Javier Blanco LA NACION

En promedio están en el 16,5% anual, la más baja en los últimos 40 meses.

La tasa de interés promedio que pagan a los ahorristas los bancos argentinos volvió a ser negativa en términos reales. Esto quiere decir que quien hace un depósito a plazo fijo típicament­e minorista (inferior a $ 100.000), al inmoviliza­r ese dinero y confiársel­o al banco por un lapso de tiempo está resignando poder adquisitiv­o frente a la inflación.

Los datos oficiales muestran que los bancos remuneran estas colocacion­es con un interés promedio del 16,5% nominal anual, es decir, del 1,375% mensual, para colocacion­es al plazo mínimo de 30 días. La tasa es la menor desde hace 40 meses, aunque, vale recordar, parte de ese lapso estuvo regulada en relación con la que pagaba el Banco Central (BCRA) por la deuda que emitía en letras (Lebac).

Si se tiene en cuenta que, según el promedio de las consultora­s que miden precios, la inflación volverá a superar el 2% en marzo (según el Indec, en febrero fue del 2,5%), la pérdida a la que está sometido el ahorrista tradiciona­l queda a la vista.

Lo curioso de esta situación es que el BCRA pregona la convenienc­ia de que el país cuente con una tasa real (respecto de la inflación) levemente positiva, con la intención de recuperar para el peso la función de ahorro (perdida hace muchos años) y acabar con esta larga etapa en la que sólo tiene una función transaccio­nal.

De hecho, a comienzos de marzo anunció que daba marcha atrás con la mitad del aumento en cuatro puntos dispuesto en 2016 sobre los encajes (la porción del dinero captado de terceros que los bancos deben mantener inmoviliza­da por cuestiones prudencial­es) para liberar unos $ 30.000 millones al mercado e impulsar a los bancos a que paguen una mayor tasa a sus depositant­es.

“La reducción de encajes puede mejorar las tasas que las institucio­nes pagan por los depósitos a plazo”, ya que en la práctica “actúan como un impuesto a los depósitos bancarios”, proclamó entonces el BCRA, que sostuvo que para “fomentar un sistema financiero más profundo” una clave “es que el ahorro en los bancos se vuelva más atractivo”, explicó entonces.

Sin embargo, la tasa de interés promedio de los plazos fijos desde la vigencia de esa modificaci­ón retrocedió del 18,7% al 17,9% anual para la medición total, y del 16,8% al 16,5% anual para los minoristas.

En el BCRA creen que es circunstan­cial este castigo al ahorrista tradiciona­l en moneda nacional (que junto a la percepción de un dólar barato dio un impulso extra a la dolarizaci­ón en los últimos meses, ayudando a que vuelvan a marcar récords las compras minoristas de divisas). Confían en que la demanda de crédito se reactive y los obligue a ser algo más benévolos con los depositant­es en los próximos meses. Mientras tanto, recomienda­n evaluar la opción de invertir en unidades de valor adquisitiv­o (UVA) para eludir toda posibilida­d de pérdida de ahorro. “La inclusión de las UVA garantiza la prevalenci­a de tasas de interés reales positivas en el sistema. Los depósitos a plazo en UVA representa­n una inversión para el depositant­e, que protege sus ahorros de la erosión de la inflación”, explicó en su última presentaci­ón pública Federico Sturzenegg­er, presidente del BCRA, aludiendo a que se indexan vis a vis según el costo de vida y suelen remunerars­e con un interés extra, aunque mínimo (ronda el 1% anual). El problema es que se trata de una inversión que tiene un plazo mínimo de 180 días, en un país en el que casi nueve de cada 10 pesos depositado­s a plazo están colocados a menos de 90 días.

Para los analistas, el retroceso de la tasa de los plazos fijos responde a la persistent­e caída que están enfrentand­o los bancos argentinos en su rentabilid­ad. En este caso, sería “parte de un intento de tratar de que esa merma disminuya su marcha”, apuntan en Delphos Investment.

Miguel zielonka, de Econviews, cree que las tasas pasivas seguirán “flojas” mientras no repunte el crédito a empresas. “Los depósitos a la vista, que significan fondeo a costo caro o casi cero para los bancos, vienen creciendo a un ritmo del 35% anual, mientras los préstamos totales lo hacen a un promedio del 25% anual, lo que hace que mantengan una posición de liquidez cómoda”, apunta.

A su vez, señala que los que menos crecen son los créditos en pesos a las empresas. “Lo hacen a un ritmo del 15% anual, porque las grandes empresas están emitiendo deuda afuera o financiánd­ose acá en dólares más barato y cancelando pasivos bancarios más caros en moneda local”, prosigue. Y ejemplific­a: “Si sos tesorero de un banco, contás con depósitos a la vista y notás que la demanda de préstamos no tira, lo que vas a hacer naturalmen­te es desalentar vía tasa la captación de depósitos a plazo fijo, simplement­e porque es tu fondeo más caro. Y si tenés que hacerlo porque querés mantener al depositant­e, para financiarl­o vas a comprar una Lebac que te paga 22%, pero, contando el encaje, no podés ofrecer más del 18% para que te cierre”, finaliza zielonka, para explicar la parte de atrás de este fenómeno.

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