Qué puede hacer el Estado para dar más oportunidades
Se le reclama al Gobierno más espacios de cuidado en zonas vulnerables
En relación con las políticas públicas orientadas a las madres adolescentes, uno de los grupos más vulnerables, Gabriel Castelli, viceministro de Desarrollo Social de la Nación, sostiene que los Centros de Primera Infancia (CPI) son una respuesta efectiva.
“En este momento están funcionando 680 en todo el país, y son cerca de 240 los que están en proceso de firma. Además estamos tratando de ubicarlos cerca de las zonas más vulnerables y donde hay más casos de embarazos adolescentes.”
También reconoce que debería trabajarse desde el Ministerio de Educación para que estas mujeres no tengan que dejar la escuela, y desde el de Salud para hacer campañas de concientización y brindar métodos anticonceptivos efectivos.
Las arriba mencionadas coinciden con algunas de las propuestas de política pública que Cippec propone en su documento (ver aparte). “Uno debería poder elegir cuándo y cómo tener hijos, y tener el apoyo estatal para ello. Las familias de bajos recursos tienen que tener a disposición una serie de recursos por parte del Estado para cuidar a sus hijos. Cuando el Estado no está, esto recae en la familia”, explica Gimena de León, de Cippec.
Por su parte, Daniel Arroyo afirma que el sistema de cuidados estatal para las jóvenes adolescentes no está hoy en la escala que se requiere. “Muchas de estas mujeres, con un sistema de guarderías y CPI, podrían entrar en el mundo laboral. Como hoy no tienen sistema de cuidado por parte del Estado, el privado les es muy caro”, explica.
Una de las explicaciones detrás del alto número de embarazos adolescentes en estos contextos es que la escuela no es lo suficientemente atractiva. “Cuando no tenés evidencias de que terminar la escuela te asegura un futuro mejor, no tenés ningún incentivo. Estos fracasos en el ámbito escolar dejan sin proyectos de vida a estas mujeres. Y entonces la maternidad se transforma en la única opción”, opina de León.
En esta misma línea, Arroyo propone generar un puente entre el mundo educativo y laboral. “Yo creo que se tendría que mutar a un sistema dual, que les permita estudiar y hacer pasantías en los últimos años. Esto generaría menos deserción escolar.”