Lanús sabe que algo anda mal después de tres caídas seguidas
SANTA FE.– Lanús no consigue nada para festejar. Falta una semana del clásico con Banfield y el granate perdió frente a Colón por 1 a 0. Sabido es que Lanús no va a perder la paciencia, pero después de tres derrotas consecutivas (Racing, River y Colón) en el torneo, habrá que coincidir que algo no anda bien. Si todo se reduce a la ausencia del goleador (José Sand), hay un error de apreciación. Es cierto que ayer debió llevarse “algo” de Santa Fe, pero no supo cómo.
Da la sensación de que Colón no idealiza un objetivo a largo plazo. Eduardo Domínguez, su técnico, repitió ayer que la prioridad siempre será el próximo cotejo. Después de obtener 7 puntos sobre 9 en estas últimas 3 fechas, está visto que lo más importante es sumar para mantener la categoría. Después la tabla dirá si hay un extra. Ayer derrotó al último campeón –de movimientos muy aceitados–, que no es poco para un equipo en formación.
La diferencia salió del vestuario (54 segundos) y el local se dedicó a controlar el juego. Pero con inteligencia, sin desesperación. Lanús tampoco se desesperó, pero siguió sin conseguir la claridad suficiente para inquietar a Broun. Hubo buena circulación en la línea de volantes, con Aguirre y Martínez como los más aplicados, pero inquietó poco en el área rival. Colón se volvió solidario en todas sus líneas y fue su salvoconducto para no resignar un resultado que, con el correr de los minutos, se hacía insostenible. Luchó con lo que pudo.
El local le dejó terreno, pero Lanús siguió confundido. Sumó gente, pero no atacó, aunque esporádicamente insinuó que podría obtener la igualdad. El sabalero lo esperó y se fue sintiendo cómodo cada vez más cerca de su arco. Al final llegó el desahogo. El visitante, en cambio, sumó otra preocupación. Pero este plantel está acostumbrado a superar las adversidades. Claro que los tiempos urgen.