Por qué la eliminación fue un golpe duro para Estudiantes
El Pincha quedó afuera en la etapa inicial del certamen por tercera vez en su historia
LA PLATA.– En 1976 derrotó 4-0 a Galicia de Venezuela en la penúltima fecha de la etapa inicial, pero River ganó su partido y se quedó sin chances. En 1984 no pudo hilvanar ni siquiera un triunfo y también llegó a la jornada final del grupo sin posibilidades. El jueves a la noche sumó su tercera gran decepción en la Copa Libertadores: la goleada en Ecuador no alcanzó porque Botafogo superó a Atlético Nacional y, así, las matemáticas le dieron la espalda.
Esta vez, sin embargo, el dolor para Estudiantes fue mayor. La vuelta de Juan Sebastián Verón había provocado una gran expectativa. A los hinchas poco les importó que la Brujita tuviera 42 años y que ya no fuese aquel que brilló en el Pincha entre 2006 y 2010. Los simpatizantes estaban ilusionados y era lógico.
A pesar del mal comienzo, con tres derrotas en cuatro juegos, la gente tenía fe, pero no pudo ser. Fue la tercera eliminación prematura (antes de la segunda etapa) en 14 participaciones. Con el agregado de que jugó cinco finales y ganó cuatro (1968, 1969, 1970 y 2009).
El plantel, en cambio, lo vivió de otra manera. Los jugadores y Nelson Vivas sabían que la clasificación era una utopía. Es que Estudiantes precisaba ganar sus dos últimos cotejos y, además, dependía de otros. Por algo luego del 3-0 contra Barcelona de Guayaquil los futbolistas festejaron con tibieza. Los protagonistas, interiormente, son conscientes de que fallaron antes. Si el Pincha tuviera que señalar en qué momentos soltó la clasificación debería posarse en la derrota en La Plata contra el mismo rival que el jueves y el paupérrimo desempeño en Colombia (1-4).
Ahora, a Estudiantes, le quedan dos objetivos: salir tercero de su grupo para filtrarse en la Sudamericana y terminar entre los cinco primeros del campeonato local para buscar revancha en la Libertadores de 2018.