Cuatro films franceses que elevan la vara del festival
cannes. En diferentes secciones se vieron los nuevos trabajos de Claire Denis, Mathieu Amalric, Agnès Varda y Philippe Garrel
Viene de tapa Mathieu Amalric + Jeanne Balibar. También en la apertura, pero de la sección oficial Un Certain Regard, se presentó Barbara, sobre ese ícono de la canción francesa que murió en 1997. el realizador amalric (Tournée, El cuarto azul) se desmarca por completo de los lugares comunes de la biopic y del tributo con una estructura de cine dentro del cine con el propio amalric en pantalla como el director de una película sobre barbara que tiene como protagonista a una actriz llamada brigitte (Jeanne balibar). Situaciones ficcionales, recreaciones, shows en vivo, grabaciones de discos, ensayos en los lugares más disímiles, amores apasionados, pasajes de road-movie y, claro, del rodaje del film en cuestión (y de la trastienda de la producción) se van acumulando mientras balibar se luce como actriz, cantante y pianista. más allá de los parecidos físicos, del trabajo con la voz y de la mimetización de los gestos y movimientos de la artista real, se trata de una interpretación llena de matices para dar vida en pantalla a una mujer excéntrica, desbordante y en muchos sentidos extrema.
Agnès Varda. a punto de cumplir 89 años y pese a algunos problemas en la vista que se hacen explíticos durante la película, ese mito viviente que es la directora de Cléo
de 5 a 7 y Sin techo ni ley presentó fuera de competencia Visages, Villages, documental/ensayo codirigido con JR, un artista callejero y fotógrafo de culto en Francia. Pese a la diferencia de edad (JR tiene 34) y de estilos, ambos se admiran mutuamente y decidieron hacer un trabajo conjunto. así, viajan por todo el país en camioneta descubriendo historias de vida de gente común, fotografiándolos y pegando luego gigantografías de esas imágenes en lugares de fuertes implicancias emotivas. Tierna e hilarante, profundamente humana en la charla –por ejemplo– con las esposas de unos trabajadores portuarios, Visages, villages cierra con una visita a la casa de Jean-Luc Godard. No conviene adelantar nada, pero es un momento de una intensidad desgarradora.
Philippe Garrel. También en la Quincena de Realizadores se presentó ayer L’amant d’un jour, el más reciente trabajo de otro director fundamental del cine francés de las últimas cinco décadas como Garrel. en fílmico, en blanco y negro, y con su austeridad acostumbrada, el realizador de Los amantes
regulares y La jalousie narra la historia de un profesor universitario que inicia una relación amorosa y empieza a convivir con una de sus estudiantes. Las cosas se complican cuando su angustiada hija de 23 años (misma edad que su novia) se instala en su departamento tras ser abandonada por su pareja. el director se acerca a las distintas relaciones que se van estableciendo entre estos tres personajes (y con otros que van apareciendo) con una ligereza seductora para una tragicomedia llena de enredos sobre la infidelidad, los celos y las manipulaciones cruzadas.