El PT, apuntado por la trama de corrupción
En sus delaciones, los directivos de JBS afirmaron que aportaron 150 millones de dólares
BRASILIA.– Poco duró la satisfacción del Partido de los Trabajadores (PT) por la crisis que le provocaron al presidente Michel Temer las revelaciones de los dueños de la empresa JBS sobre los supuestos intentos del mandatario para limitar las investigaciones anticorrupción.
Según nuevos testimonios que se conocieron ayer, los empresarios aseguraron también que habían mantenido cuentas corrientes de sobornos en el exterior para los ex presidentes Luiz Inacio Lula da Silva y Dilma Rousseff –cuyos gobiernos del Partido de los Trabajadores se extendieron 13 años– por cerca de 150 millones de dólares.
En unas declaraciones realizadas en video ante la Procuraduría General de la República (PGR), el ejecutivo Joesley Batista dijo que Guido Mantega, ex ministro de Economía de Lula y Dilma, era quien operaba las cuentas abiertas a nombre de empresas offshore en un banco de Suiza.
Batista explicó que la primera cuenta se abrió durante el gobierno de Lula (2003-2010) para financiar campañas de Lula y otros candidatos petistas; cuando su administración concluyó, Mantega le indicó que debía abrir otra cuenta para gastos similares durante la gestión de Dilma (2011-2016).
“Yo le pregunté [a Mantega] si Lula y Dilma sabían eso. Y él me dijo que sí, que hablaba todo con ellos”, indicó Batista, que luego agregó que en una reunión con Dilma fue explícito sobre la existencia de ese dinero oculto y ella actuó con total naturalidad.
“Ella sabía perfectamente todo”, dijo Batista.
Los abogados de Lula, Cristiano Zanin Martins y Roberto Teixeira, se apresuraron ayer a negar esas denuncias. “Las afirmaciones de Joesley Batista en relación a Lula no resultan de ningún contacto con el ex presidente, sino de supuestos diálogos con terceros que ni siquiera fueron comprobados”, advirtieron.
Actualmente Lula está procesado en cinco causas vinculadas con la operación Lava Jato por corrupción, lavado de dinero, asociación ilícita y tráfico de influencias. Mantega estuvo temporalmente preso el año pasado en el marco de las mismas investigaciones, pero luego quedó en libertad.
Por ahora, Dilma está sólo investigada por su presunto involucramiento en la trama de corrupción desplegada por la compañía Odebrecht. En un comunicado, ayer, sus asesores de prensa también criticaron las declaraciones de Batista como “improcedentes y falsas”.
“Rousseff jamás trató o solicitó de ningún empresario o de terceros donaciones, pagos o financiamiento ilegal para campañas electorales”, subrayó la nota, en la que también se aclaró que la destituida ex jefa del Estado jamás tuvo una cuenta en el exterior.
Donante
JBS, de Joesley y Wesley Batista, ha sido en los últimos años uno de los mayores donantes electorales en Brasil, con aportes a 1829 candidatos de 28 partidos. Tan sólo en las elecciones de 2014 desembolsó unos 116 millones de dólares a los principales partidos.
En esos comicios, también financiaron con 24 millones de dólares la campaña del senador Aecio Neves, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), acusado esta semana de haber pedido a los hermanos Batista coimas por 800.000 dólares para pagar su defensa en las causas en las que está investigado también en la Lava Jato.
Otro ejecutivo de JBS, Ricardo Saud, director de Relaciones Institucionales y de Gobierno de la compañía, relató a la PGR que la relación con Neves venía desde hacía tiempo, y que éste, desde el Senado, ayudaba para “beneficiar directamente los intereses del grupo” con legislación y liberación de créditos.
Según Saud, en la campaña de 2014 primero se le transfirieron 18 millones de dólares no declarados. Luego, como su campaña se quedó corta de fondos, se le aportó más dinero a través de otros caminos, como el superfacturación de la venta de un inmueble a una persona allegada al senador.
El ejecutivo indicó que los fondos ilegales eran siempre recogidos por el primo de Neves, Frederico Pacheco de Medeiros. Tanto este familiar, así como la hermana del senador, Andrea Neves, fueron detenidos esta semana, cuando estalló el escándalo de JBS.
Neves, en tanto, fue separado de su cargo por el Supremo Tribunal Federal, que inició una investigación en su contra. El senador también tuvo que dejar su posición como presidente del PSDB, principal socio en la coalición gubernamental encabezada por el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), de Michel Temer.
Joesley Batista dijo que Guido Mantega era quien operaba las cuentas bancarias