LA NACION

El PT, apuntado por la trama de corrupción

En sus delaciones, los directivos de JBS afirmaron que aportaron 150 millones de dólares

- Alberto Armendáriz

BRASILIA.– Poco duró la satisfacci­ón del Partido de los Trabajador­es (PT) por la crisis que le provocaron al presidente Michel Temer las revelacion­es de los dueños de la empresa JBS sobre los supuestos intentos del mandatario para limitar las investigac­iones anticorrup­ción.

Según nuevos testimonio­s que se conocieron ayer, los empresario­s aseguraron también que habían mantenido cuentas corrientes de sobornos en el exterior para los ex presidente­s Luiz Inacio Lula da Silva y Dilma Rousseff –cuyos gobiernos del Partido de los Trabajador­es se extendiero­n 13 años– por cerca de 150 millones de dólares.

En unas declaracio­nes realizadas en video ante la Procuradur­ía General de la República (PGR), el ejecutivo Joesley Batista dijo que Guido Mantega, ex ministro de Economía de Lula y Dilma, era quien operaba las cuentas abiertas a nombre de empresas offshore en un banco de Suiza.

Batista explicó que la primera cuenta se abrió durante el gobierno de Lula (2003-2010) para financiar campañas de Lula y otros candidatos petistas; cuando su administra­ción concluyó, Mantega le indicó que debía abrir otra cuenta para gastos similares durante la gestión de Dilma (2011-2016).

“Yo le pregunté [a Mantega] si Lula y Dilma sabían eso. Y él me dijo que sí, que hablaba todo con ellos”, indicó Batista, que luego agregó que en una reunión con Dilma fue explícito sobre la existencia de ese dinero oculto y ella actuó con total naturalida­d.

“Ella sabía perfectame­nte todo”, dijo Batista.

Los abogados de Lula, Cristiano Zanin Martins y Roberto Teixeira, se apresuraro­n ayer a negar esas denuncias. “Las afirmacion­es de Joesley Batista en relación a Lula no resultan de ningún contacto con el ex presidente, sino de supuestos diálogos con terceros que ni siquiera fueron comprobado­s”, advirtiero­n.

Actualment­e Lula está procesado en cinco causas vinculadas con la operación Lava Jato por corrupción, lavado de dinero, asociación ilícita y tráfico de influencia­s. Mantega estuvo temporalme­nte preso el año pasado en el marco de las mismas investigac­iones, pero luego quedó en libertad.

Por ahora, Dilma está sólo investigad­a por su presunto involucram­iento en la trama de corrupción desplegada por la compañía Odebrecht. En un comunicado, ayer, sus asesores de prensa también criticaron las declaracio­nes de Batista como “improceden­tes y falsas”.

“Rousseff jamás trató o solicitó de ningún empresario o de terceros donaciones, pagos o financiami­ento ilegal para campañas electorale­s”, subrayó la nota, en la que también se aclaró que la destituida ex jefa del Estado jamás tuvo una cuenta en el exterior.

Donante

JBS, de Joesley y Wesley Batista, ha sido en los últimos años uno de los mayores donantes electorale­s en Brasil, con aportes a 1829 candidatos de 28 partidos. Tan sólo en las elecciones de 2014 desembolsó unos 116 millones de dólares a los principale­s partidos.

En esos comicios, también financiaro­n con 24 millones de dólares la campaña del senador Aecio Neves, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), acusado esta semana de haber pedido a los hermanos Batista coimas por 800.000 dólares para pagar su defensa en las causas en las que está investigad­o también en la Lava Jato.

Otro ejecutivo de JBS, Ricardo Saud, director de Relaciones Institucio­nales y de Gobierno de la compañía, relató a la PGR que la relación con Neves venía desde hacía tiempo, y que éste, desde el Senado, ayudaba para “beneficiar directamen­te los intereses del grupo” con legislació­n y liberación de créditos.

Según Saud, en la campaña de 2014 primero se le transfirie­ron 18 millones de dólares no declarados. Luego, como su campaña se quedó corta de fondos, se le aportó más dinero a través de otros caminos, como el superfactu­ración de la venta de un inmueble a una persona allegada al senador.

El ejecutivo indicó que los fondos ilegales eran siempre recogidos por el primo de Neves, Frederico Pacheco de Medeiros. Tanto este familiar, así como la hermana del senador, Andrea Neves, fueron detenidos esta semana, cuando estalló el escándalo de JBS.

Neves, en tanto, fue separado de su cargo por el Supremo Tribunal Federal, que inició una investigac­ión en su contra. El senador también tuvo que dejar su posición como presidente del PSDB, principal socio en la coalición gubernamen­tal encabezada por el Partido del Movimiento Democrátic­o Brasileño (PMDB), de Michel Temer.

Joesley Batista dijo que Guido Mantega era quien operaba las cuentas bancarias

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