Los jueces federales crean una asociación para potenciar su rol
Ayer se reunieron más de 80 magistrados de todo el país para fundar la entidad; cuentan con el aval de Lorenzetti y buscan ganar espacio en el Consejo
Una reunión inédita de más de dos tercios de los jueces federales de todo el país dio origen ayer a un nuevo factor de poder. Más de 80 jueces federales presentes, pero con mandato de unos 230 magistrados federales, conformaron en una asamblea realizada en la Facultad de Derecho, la Asociación de Jueces Federales de la República Argentina (Ajufe).
Había de todo: conservadores, progresistas, liberales, revolucionarios, de Justicia Legitima, de la lista Bordó, de la Celeste, de Compromiso Judicial, de todos los sectores del Poder Judicial. No los separaba ninguna grieta, los unía un traje común: la toga federal.
Tuvieron la venia del presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti. No hizo falta su presencia para advertir su aval. Nada de esto ayer hubiera existido sin él.
Hubo asistencia casi perfecta de todo Comodoro Py 2002, pero más saliente fue la presencia de los jueces federales del interior. Es que el declamado objetivo de la asociación es darles voz a los magistrados federales de provincia, con menos recursos y con menos posibilidad de hacer oír sus necesidades y reclamos.
Más allá de esta promocionada intención, la Ajufe nace como el megáfono institucional para hacer escuchar al resto de los poderes lo que tienen para decir los federales, los jueces más poderosos del país que investigan a los funcionarios por corrupción, pero también convalidan la constitucionalidad de sus actos.
De hecho el presidente de la nueva entidad es Jorge Morán, presidente de la Cámara en lo Contencioso Administrativo Federal, el tribunal que decide sobre la legalidad de los actos del Gobierno. Un risueño Ariel Lijo, el juez federal con más cintura política de Comodoro Py, presidió la asamblea, hizo chistes, dio la palabra y con el voto por aclamación de los presentes dio por aprobada una comisión directiva federal.
Está conformada por vicepresidentes divididos por regiones y vocales de Buenos Aires. De 19 autoridades 12 son del interior. Se renovarán autoridades por mitades cada dos años para evitar el control de un grupo u otro sobre la entidad. Lijo será el secretario general.
El comunicado oficial dice que la idea es el fortalecimiento institucional y favorecer la seguridad jurídica mejorando el servicio de justicia para los ciudadanos. Se trata de un colectivo de personas que deciden en soledad, pero que enfrentan intereses muy fuertes. En privado hablan de ellos, pero esta entidad les permitirá enfrentarlos de manera conjunta. Lijo habló de capacitación, de facilitar la inclusión de mujeres en la judicatura. Ayer se contaban con los dedos de una mano y sobraban.
Otros jueces mencionaron que los proyectos de Código Procesal del Ejecutivo fueron inconsultos. Ahora hay con quienes consultarlos. Otros magistrados hablaron de una entidad que da “contención” a los federales.
Uno de los jueces comparó a la Argentina con lo que ocurre en Brasil con el Poder Judicial, donde es más fuerte, y hasta puede poner en jaque a toda la clase política.
Lijo abrió la asamblea aclarando que la nueva asociación de jueces no es una “organización en contra de nadie ni pretende ocupar el lugar de nadie ni pretende escindirse de nadie. Sólo aglutina a jueces federales que tienen una competencia común. No es contra nadie”.
Todos entendieron la advertencia: era para la Asociación de Magistrados, el gremio que reúne a los jueces, fiscales y funcionarios nacionales y federales, que esta semana criticaron duramente el nacimiento de la flamante liga de jueces federales.
Los asientos que representan a los jueces en el Consejo de la Magistratura se completan con elecciones en la Asociación de Magistrados. Pero si prospera el proyecto del Gobierno de pasar la justicia nacional a la de la Ciudad, quedaría desvirtuada esta representatividad. Y los federales quieren estar ahí para ocupar un lugar en el Consejo, a través de esta asociación. Por eso la Asociación de Magistrados prendió la alarma.
En el Gobierno también miran con recelo el nacimiento de este nuevo factor de poder y se preguntan en qué medida se abroquelarán en la defensa de jueces federales que están bajo la lupa en el Consejo de la Magistratura y que el Ejecutivo no quiere más ahí.
Se discutió el nombre: Liga de Jueces, se descartó por futbolera; Encuentro de Jueces, se dejó de lado por lo transitorio; Círculo de Jueces fue objetado por el tufillo castrense, y por aclamación se votó la asociación. “Se puede confundir con Asociación de Magistrados”, objetó uno. Hubo risas nerviosas, pero otro le contestó: “Si alguien se confunde es su problema, aunque se llama Boca Juniors se van a confundir”. Hubo silbidos. Por Boca, claro. Se acordó que la cuota mensual inicial será de 500 pesos, no un porcentaje del sueldo como ocurre con los fiscales.