El comienzo de un círculo virtuoso
¿ Dónde y cuándo comienza el futuro? “Atención. Aquí y ahora”, responderían seguramente los pájaros de La isla, célebre libro de Aldous Huxley. Nadie lo sabe mejor que los artistas. Siempre conectados con su intuición, ellos materializan en el presente el germen de lo que está por venir. El futuro inspira esta edición de arteBA, un año después de que la feria cumpliera un cuarto de siglo. No parece haber mejor momento para el arte contemporáneo argentino: a la participación de nuestro país como invitado especial en la feria madrileña ARCO siguió la Bienal de Venecia, con la impactante instalación de Claudia Fontes y el homenaje a Nicolás García Uriburu, casi cincuenta años después de la coloración de los canales. Y mientras Marta Minujín termina en Kassel para la Documenta 14 su Partenón
de libros prohibidos, Art Basel, la feria de arte más importante del mundo, prepara en Buenos Aires el lanzamiento mundial de su proyecto Art Basel Cities. La Fundación Getty, en tanto, impulsa en Estados Unidos una megamuestra de arte latinoamericano que incluye a varios artistas locales.
Una nueva era se inicia también en arteBA, con la participación de más de noventa galerías de una veintena de países. Muchas de ellas llegan por primera vez a Buenos Aires. No encontrarán aquí una versión exótica del arte europeo sino la producción de algunos de los artistas contemporáneos más relevantes a nivel internacional, como Tomás Saraceno. Pocos conocían a Adrián Villar Rojas, el joven rosarino que hoy ocupa con sus obras monumentales la terraza del Museo Metropolitano de Nueva York después de haber pasado por Kassel y Venecia, cuando fue seleccionado hace una década en uno de los premios impulsados por arteBA. Para iniciar un círculo virtuoso que permita a nuestros artistas seguir creciendo, “hay que llevar la Argentina al mundo y traer el mundo a la Argentina, en simultáneo”, insisten a coro Alec Oxenford y Julia Converti, de arteBA Fundación.
Hay que empezar acá. Ahora.