Sección principal + Cabinet AA2000+ Special Projects Patio Bullrich.
Calidad garantizada. Con una creciente participación de galerías del exterior, gran protagonismo de secciones curadas y un diseño que se aproxima a lo museográfico, el corazón de arteBA es clave para posicionar la feria como una de las principales de Amér
En estos tiempos en que los neologismos adquieren valor de uso con insospechada velocidad, el término “bienalización” aplicado a las ferias de arte se ha vuelto especialmente significativo. ¿Qué significa? ¿A qué se refiere? Como es fácil de deducir, deriva de la palabra bienal. Con mayor precisión podríamos decir que alude a la migración de un circuito a otro en cuanto a novedades y formatos que hasta no hace tanto sólo irrumpían en bienales.
Así, las instalaciones, videoinstalaciones o performances, por citar algunos de los formatos más innovadores del arte contemporáneo, ingresan en las ferias como circuitos que vienen expandiendo los dominios del mercado. Podríamos decir entonces que el término está íntimamente ligado a esa particular bienvenida que las ferias dan a las formas más innovadoras del arte actual.
Éste es un fenómeno de las últimas décadas del que no ha escapado arteBA en sus recientes ediciones. Este año se hacen presente, una vez más, propuestas con el sello del diseño curatorial que tanto tiene en común con lo que ocurre en las bienales. Es el caso de Dixit, U-Turn Project Rooms y Performance Box, que tendrán su protagonismo este año.
Con todo, el formato que define la feria como tal, y que constituye su columna vertebral con su característico ordenamiento de un stand junto a otro, persiste más allá de los cambios que ha impuesto esta lógica de los tiempos. Pero dentro de él, es preciso destacar que cada vez más, el diseño se aproxima a lo museográfico en términos de forma y contenido.
La selección estimuló a las galerías para que sus presentaciones tengan montajes muy cuidados. Bajo este principio rector, la 26ª edición de arteBA ha articulado la presencia de cincuenta y cuatro galerías en su Sección Principal. Casi la mitad de ellas proceden del exterior y veintiocho pertenecen al país. La proporción refleja que ha dado sus frutos el empeño de la feria en posicionarse como una de las principales ferias de América Latina.
Dentro de ese número de participantes, muchas galerías (16 en total) han apostado además por el formato Cabinet AA2000, que tan buenos resultados dio en ediciones anteriores. Permite presentar un solo artista, al que se le dedica una suerte de pequeña muestra individual con un criterio curatorial propuesto por cada galería.
Henrique Faria dedica su Cabinet a Marcela Astorga; Miranda Bosch, a Cristina Schiavi; Nora Fisch, a Elba Bairon y Barro, a Mónica Girón. Son cuatro artistas argentinas que integran la generación de 1990, de sostenida consideración en el coleccionismo local. Tendrán aquí la posibilidad de lucirse en relación con sus respectivas trayectorias.
La galería Del Infinito, en cambio,
presenta un conjunto de Rogelio Polesello, representativo de su temprana producción de fines de los años 50 y definitiva en sentar las bases de su producción posterior. En tanto, MCMC despliega una serie de pinturas de César Paternosto que remiten a la emblemática muestra La visión oblicua, que realizó en la galería Carmen Waugh en 1971. La rosarina Diego Obligado hace foco en una encantadora selección de dibujos del maestro Juan Grela. Estos tres artistas son imprescindibles para cualquier colección de arte contemporáneo.
Por su parte, otras quince galerías apostaron a los Special Projects, sector auspiciado por Patio Bullrich que permite mostrar hasta tres artistas, lo que potencia interesantes relaciones. Por este atractivo formato optaron varias de las galerías que vienen del exterior. Entre ellas, Arróniz Arte Contemporáneo, de México, que presenta la obra del argentino residente en México Mauro Giaconi, de la española Almudena Lobera y del mexicano Ricardo Rendón.
También Steve Turner, galería de Los Ángeles que participa por primera vez, eligió a Special Projects para presentar su propuesta, que integra a dos argentinos –Joaquín Boz y Luciana Lamothe– junto con el joven mexicano Pablo Rasgado.
Por suparte, 3+1 Arte Contemporá-
nea, galería de Lisboa, propone vincular la obra de la joven escultora Claire de Santa Coloma –nacida en la Argentina pero residente en Europa– con la de la española Cristina Garrido y la de la brasileña Maria Laet.
También PSM, de Berlín, presenta como Special Project la obra crítica y a la vez refinada de la joven pareja Awst & Walther junto a la del argentino Eduardo Basualdo y la del sudafricano Ariel Reichman. Dentro de ese mismo formato, Cosmocosa se inclina por un conjunto dedicado exclusivamente a Antonio Berni. Guarda relación con la muestra que le dedicó el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, en la que la galería argentina tuvo activa participación.
Otra de las novedades presentadas en ediciones anteriores que este año se afirma en la sección principal es el número de galerías agrupadas en la llamada Plaza de los maestros, donde se concentran los artistas históricos. O, para decirlo de modo más preciso, maestros del arte contemporáneo sin los cuales no resultaría del todo comprensible la narrativa del arte actual. Su presencia es imprescindible tanto para educar como para satisfacer la demanda de un coleccionismo público y privado interesado en armar narrativas consistentes.
En este sector estratégicamente ubicado se podrá encontrar a Sur, la decana de las galerías uruguayas, y a las argentinas Roldán Moderno, Rubbers, Alejandro Faggioni, Maman Fine Art y MCMC. También la galería Cayón, de Madrid, viene con una apuesta de fuste integrada por obras de Calder, Carlos Cruz-Diez, Jan Dibbets, Yves Klein y Jesús Rafael Soto.
En Sur, el visitante encontrará obra elegida de Pedro Figari, Joaquín Torres García, Rafael Barradas, José Gurvich, Antonio Berni, Xul Solar, Alfredo Hlito, Víctor Magariños y Clorindo Testa, entre otros artistas de generación intermedia.
Roldán presentará otro conjunto de artistas ya inscriptos en la historia del arte de nuestro país, como Emilio Pettoruti, Gyula Kosice, Luis Fernando Benedit, Víctor Grippo, Kenneth Kemble, Antonio Seguí, Pablo Suárez y Nicolás García Uriburu. Desde la década del 60, ellos definieron la impronta del arte argentino y tuvieron indiscutida influencia en el último tramo del siglo XX. La galería Rubbers exhibirá a su artista estrella, Luis Felipe Noé, junto a un par de excepcionales pinturas de Antonio Seguí, Xul Solar y Pettoruti.
Más allá de la Plaza de los Modernos, la Sección Principal se expande, integrando artistas locales y extranjeros de distintas trayectorias y generaciones. Mientras la chilena Isabel Aninat presenta algunos históricos, como el cinético Iván Contreras Brunet y Eugenio Dittborn, figura clave de los años 80/90, Henrique Faria vuelve con un interesante despliegue de artistas que han contribuido a asociar el perfil de su galería con el rescate de propuestas conceptualistas de los años 60-70 del siglo XX. Entre ellos, Horacio Zabala, Leandro Katz, Mirta Dermisache, Alejandro Puente y Marta Minujín.
Por otro lado están las galerías que han brindado acogida a los jóvenes más interesantes surgidos desde el 2000 en adelante: Barro, Hache, Pasto, Mite y Walden, entre otras. En esos espacios se encuen-
tran las novedades pensadas para la feria por artistas como Diego Bianchi, Matías Duville, Nicanor Aráoz, Eugenia Calvo, Ivana Vollaro y Leila Tschopp.
Muchas otras galerías, como Jorge Mara-La Ruche o Vasari, optan por mantenerse fieles a los formatos y artistas que tan buenos resultados les acercaron en ediciones precedentes.
Mientras tanto, Ignacio Liprandi aprovecha la oportunidad de mostrar obra de Claudia Fontes, justo al mismo tiempo que se encuentra exponiendo en Venecia como enviada oficial de la Argentina, junto con obra de Ana Gallardo, convocada a realizar un proyecto para la bienal pasada.
También Ruth Benzacar tiene en su espacio obra de varias figuras que han tenido lugares de privilegio en Venecia. Entre ellos, Guillermo Kuitca y Jorge Macchi, que fueron representantes oficiales del país, y Eduardo Basualdo, invitado por el curador general en 2015. Liliana Porter es otra artista de Benzacar presente este año en Venecia. Justamente, son éstos y otros vínculos los que inspiran el concepto de “bienalización” de la feria.