Va uno, ¿falta el mayor?
La Liga número 33 del equipo blanco es la primera en cinco años, lograda con la particular gestión de Zidane y un plantel equilibrado
Real Madrid, campeón en España, apunta a la final de la Champions con Juventus
MADRID.– Real Madrid se define en la victoria. Basta con un excursión por el museo del Santiago Bernabéu para despejar cualquier duda sobre lo que significa el Madrid. Dueño de Europa, el equipo de Zinedine Zidane vuelve a reinar en España. La casa blanca consiguió ante el Málaga su Liga número 33, un título indiscutible, reconocido por propios y ajenos. “Fuimos el mejor equipo del campeonato”, se felicitó Cristiano Ronaldo. Elogios que también llegaron desde Barcelona. “El Madrid es el justo campeón”, subrayó Andrés Iniesta, capitán del Barça. Con la final de la Champions a la vista, el próximo 3 de junio lo espera la Juventus en Cardiff, el Madrid de Zidane acumula confianza. Y no hay nada mejor para mimar la autoestima blanca que ganarle la liga española al Barcelona de Lionel Messi.
El Madrid no la tiene fácil en la liga desde que Messi debutó en Barcelona. El rosarino apareció en 2004 y desde entonces el Real ganó cuatro títulos, dos de ellos con Cristiano Ronaldo, su jugador franquicia, que aterrizó en Chamartín en el verano de 2009. Cuatro campeonatos locales en 13 años tienen sabor a poco para un club que invirtió más de 1.300 millones de euros en contrataciones en el mismo periodo. Ocurrió, sin embargo, que en esta campaña el Madrid pegó un golpe en la mesa. Se llevó con autoridad una liga, en la que enseñó un fútbol tan pragmático como colectivo. Todos se sienten importantes en el grupo de Zidane. En el Madrid, el futbolista que más minutos jugó fue Cristiano: 2.544. Y hasta 16 jugadores disputaron más del 40% del tiempo. En el Barça, en cambio, Ter Stegen dominó la estadística de minutos con 3.240 y solo 12 jugadores pasaron el 40% del tiempo. Luis Enrique tiene un equipo atomizado; Zidane, no. Hasta el díscolo James Rodríguez, que jugó 1.180 minutos, se siente participe de la nueva copa que sumó el Real a sus vitrinas.
“El mérito es de todos. Y ese es el mensaje que queremos darle a la plantilla. Ellos son los que sufren y los que luchan. Son 24 jugadores y es verdad que es difícil que jueguen todos, pero al final la clave ha sido el grupo. Todos los jugadores se sintieron importantes”, explicó el entrenador del Real Madrid. “No, el mérito es de Zidane”, respondió Cristiano. “Hizo que yo jugara siete u ocho partidos me- nos de lo que venía disputando en las últimas temporadas. Eso se ha notado. Lo fundamental de todo ha sido el equipo. La gestión ha sido muy buena. Es la Liga es de todos”, analizó Ronaldo, que anduvo desatado en la recta final del campeonato: firmó 14 goles en los últimos nueve partidos. “Cristiano está ahí para meterla. Él marca la diferencia”, piropeó Zidane al delantero portugués.
Cuentan desde el núcleo del vestuario del Bernabéu que cuando Zidane reemplazó a Rafa Benítez, el grupo respiró. Curtido como técnico las inferiores del Real, Benítez arrastra una faceta demasiado pedagógica para futbolistas con la chapa del Madrid. “Si Luka Modric quiere dar un pase de cachetada en el medio del campo, por más arriesgado que sea, lo va a tirar igual. No le va a importar que a Benítez le parezca mal”, explican desde el grupo del Real. Zidane dejó la fusta a un lado. Un receta que encajó mejor en un vestuario en el que los egos son un camión de nitroglicerina. “Zinedine no está preocupado por trascender, ni por convertirse en el mejor técnico del mundo. Él quiere ganar y nos deja ser”, explican las mismas fuentes.
Zidane conquistó primero al vestuario. Las copas llegaron solas. En su primera temporada al frente del Madrid levantó la undécima Liga de Campeones. Esta temporada se llevó la Liga y quiere convertir al Real en el primer equipo que domina Europa durante dos temporadas consecutivas desde que se juega en la modalidad Champions. “Es el día más feliz de mi vida profesional”, cerró el francés. Es su Liga. De la mano de Zidane, el Madrid vuelve a la Plaza de Cibeles.
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