LA NACION

La empresa propone un resarcimie­nto millonario para mantener los negocios

Garavano se reunió con el abogado de Odebrecht, quien ofreció pagar una compensaci­ón económica

- Maia Jastreblan­sky

Como un golpe de efecto político, el Gobierno mantuvo ayer una reunión con Odebrecht para negociar un acuerdo propio. Si bien el Poder Ejecutivo no puede garantizar impunidad ni intervenir en las causas penales, ambas partes mostraron que tienen algo para ofrecer. La empresa, en principio, propuso dar una compensaci­ón económica al Estado y destrabar cierta informació­n sobre la maniobra. A cambio, la constructo­ra quiere seguir operando en la Argentina.

Ayer hubo un primer mano a mano entre uno de los abogados que representa­n a Odebrecht en el país, Guido Tawil, y el ministro de Justicia, Germán Garavano. Hoy habrá una segunda reunión, con la Oficina Anticorrup­ción y la Procuració­n del Tesoro.

El acercamien­to a Odebrecht fue un pedido directo de Mauricio Macri. El Gobierno buscó así un triple efecto. Primero, aplacar la catarsis de Elisa Carrió, que dijo tener un “profundo cansancio moral” por la falta de avances contra la corrupción. Segundo, seguir erosionand­o la figura de la jefa de los fiscales, la procurador­a Alejandra Gils Carbó, a la que acusó de obstaculiz­ar la resolución del Lava Jato. Tercero, mostrarse “despegado” si los coletazos de la investigac­ión salpican a los propios.

Términos

Según fuentes oficiales, ayer Odebrecht le alcanzó al ministro un primer borrador con posibles términos de un acuerdo y una copia del convenio alcanzado con el gobierno brasileño para que sea tomado como ejemplo.

¿Qué puede ofrecer Odebrecht y qué puede brindar el Gobierno a cambio? Según pudo conocer

la nacion, la empresa busca seguir trabajando en la Argentina, tanto en las obras en curso (algunas de ellas de enorme envergadur­a, como el soterramie­nto del ferrocarri­l Sarmiento) como en licitacion­es futuras.

A cambio, ofreció pagar una compensaci­ón por daños y perjuicios al Estado nacional, como resarcimie­nto por las coimas pagadas en el país. Así se evitaría que el Poder Ejecutivo le radique una demanda y podría haber un acuerdo homologado en la justicia civil. Según fuentes oficiales, la cifra de la “multa” estaría cerca del monto de los sobornos que Odebrecht admitió haber pagado en el país: US$ 35 millones.

El gigante brasileño también estaría dispuesto a colaborar con informació­n, aunque todo deberá encuadrars­e en la legislació­n argentina y en el acuerdo madre con Brasil. “El Gobierno exigirá el máximo detalle sobre cuentas bancarias y quiénes fueron las personas. Será importante para que podamos descubrir otras coimas y otros chanchullo­s”, se jactó la titular de la Oficina Anticorrup­ción (OA), Laura Alonso. Desde el Ministerio de Justicia aseguraron que los datos serán aportados a los jueces que investigan el capítulo argentino del Lava Jato.

En la Justicia, sin embargo, dudan de que un posible acuerdo entre el Gobierno y Odebrecht ayude a esclarecer las causas. “¿Por qué la empresa facilitarí­a informació­n si el Poder Ejecutivo no puede ofrecer ni inmunidad, ni penas más leves, ni la ausencia de una persecució­n penal?”, se preguntaba un investigad­or judicial. Ayer, el fiscal Federico Delgado convocó a la empresa a tramitar un acuerdo bajo el paraguas de la ley del arrepentid­o (ver aparte).

Mientras tanto, en el Gobierno piensan cómo pueden ofrecerle mejores condicione­s a Odebrecht para lograr su colaboraci­ón. Por ejemplo, resucitand­o el proyecto de responsabi­lidad penal empresaria, que permitiría que la compañía se arrepienta y firme una suerte de “delación premiada” en el país.

Ahora el Gobierno deberá evaluar la oferta. La negociació­n se prevé larga: mañana el diálogo continuará con Alonso y el procurador del Tesoro, Bernardo Saravia Frías.

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