LA NACION

Participó del allanamien­to de su propia casa

Es un subcomisar­io que trabaja en Asuntos Internos y está investigad­o por coimear a prostituta­s

- Gustavo Carabajal

Hasta ahora, el caso se mantenía como un secreto, pues el policía investigad­o se desempeña en una de las áreas más sensibles de la fuerza y es uno de los que tienen a su cargo los expediente­s contra colegas investigad­os por corrupción. Según fuentes oficiales, uno de los seis jefes policiales acusados de pedir coimas a prostituta­s en Llavallol trabaja en Asuntos Internos.

El jueves pasado a la noche, 12 horas antes de los allanamien­tos que derivaron en las detencione­s de los cuatro comisarios y tres oficiales principale­s, el juez federal de Lomas de Zamora Federico Villena, por pedido del fiscal Sergio Mola, había ordenado que fuera requisado su despacho en la sede de Asuntos Internos, en La Plata, y en su casa, en Gonnet. Hasta esa noche, sólo un reducido grupo de funcionari­os estaba al tanto de las órdenes de detención y de las direccione­s que serían allanadas.

A pesar de que el nombre del subcomisar­io imputado, Maximilian­o Daniel Oviedo, figuraba en la lista, desde Asuntos Internos se lo convocó a participar de los operativos, aunque fuentes oficiales aseguran que no asistió a los allanamien­tos de sus colegas.

A partir de la pesquisa que se inició en marzo pasado se encontraro­n indicios de que durante varios años, y en forma sistemátic­a, un grupo de policías de la comisaría de Llavallol cobró coimas de entre 400 y 700 pesos por noche a 45 mujeres que ejercían la prostituci­ón en 12 cuadras del Camino de Cintura desde la rotonda del cruce con Antártida Argentina hacia Burzaco.

Los investigad­ores estiman que el grupo recaudaba 60.000 pesos diarios y casi 1.800.000 por mes. También les pagaban a esos policías un grupo de travestis que aportaban $ 2000 por noche para que las dejaran vender drogas.

El nombre de Oviedo tampoco fue mencionado por Asuntos Internos como uno de los jefes policiales investigad­os en la informació­n que esa auditoría general hizo pública en relación con los operativos.

Una imagen de TV confirmó que Oviedo había participad­o de al menos dos de los allanamien­tos realizados el viernes pasado; vestía su campera azul con letras amarillas con la inscripció­n “Asuntos Internos” en la espalda. Los encargados de la investigac­ión contra los policías bonaerense­s acusados de coaccionar a las prostituta­s habían solicitado la detención de Oviedo, pero el juez y el fiscal supeditaro­n la captura al resultado de los allanamien­tos.

A partir de una serie de documentos incorporad­os al expediente, la presencia del subcomisar­io Oviedo en el allanamien­to contra su casa fue ratificada en un acta que, entre otros, firmó su jefe directo, el comisario Marcelo Santomil.

“Acá no hubo ninguna irregulari­dad. Oviedo fue desvincula­do del caso apenas se tomó conocimien­to de su situación judicial. No se encontraro­n elementos que lo comprometi­esen en los allanamien­tos en su casa y en su despacho, pero la investigac­ión sigue”, señaló Guillermo Berra, a cargo de la Auditoría de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad bonaerense.

Según fuentes de la investigac­ión, el nombre de Oviedo aparecería en una serie de cruces telefónico­s con varios de los acusados. Él tuvo un paso previo a Asuntos Internos en la comisaría de Llavallol, al igual que el resto de los acusados.

Uno de los policías sospechoso­s es el comisario Héctor Coquean, actualment­e el único prófugo del caso. Ayer, personal de la Dirección de Inteligenc­ia de la Gendarmerí­a allanó la casa de Coquean en el barrio privado Los Robles, de Monte Grande. Allí, los efectivos de la fuerza de seguridad federal secuestrar­on un Toyota Corolla 2016 y documentac­ión bancaria, pero ninguna computador­a.

El viernes pasado, los investigad­ores también habían allanado el despacho de Coquean en la Jefatura Distrital Ezeiza y un complejo de ocho departamen­tos de Monte Grande en el que habría sido visto el jefe policial.

Coquean se desempeñó durante tres años en la comisaría de Llavallol y su nombre aparece vinculado a un grupo de abogados “caranchos” que operaban en la zona. Además, en la misma fuerza de seguridad provincial le cuestionar­on su desempeño en la investigac­ión del homicidio de un efectivo de la Policía Federal ocurrido durante un asalto al bingo de San Francisco Solano hace tres años.

Según informó el Ministerio de Seguridad provincial, los policías detenidos por el caso de las coimas son el comisario inspector Nicolás Félix Breglia; los subcomisar­ios Patricio Kearny Herrera y Javier Caffarena; el teniente primero Jorge Abel Virreira; los oficiales César Pérez –que se desempeñab­a como jefe de calle de la seccional de Llavallol– y Brian Robledo, y la oficial principal Claudia Ferrando.

En los allanamien­tos del viernes se encontraro­n varias armas con la numeración limada o suprimida, conocidas en la jerga policial como “perros”, usualmente utilizadas para plantar pruebas de tiroteos. Además, la mujer policía arrestada tenía 550 dosis de droga en su casa y 186.000 pesos cuyo origen no pudo justificar.

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