LA NACION

“Tengo que evitar tomar decisiones en caliente y esperar que pase un poco la emoción.

Manu Ginóbili

- Emanuel Ginóbili

S AN ANTONIO.– La verdad que todo fue rarísimo. Sentí que me estaban haciendo un homenaje y no sabía qué hacer, porque nunca había anunciado nada y no resolví nada todavía. Cuando alguien se me acercaba a decirme ‘fue un placer jugar contra vos’ o ‘un honor jugar con vos’, es como que me quedaba sin palabras. Está claro que estoy muy cerca del retiro y es una posibilida­d, pero no llegué al partido esperando una emoción así. Pensé que el hecho de no haber dicho nada sobre ese tema me protegía de una situación así. Fue una mezcla de emociones. Creo que si lo hubiera tenido decidido, sin duda iba a ser un golpe devastador, porque me hubiera puesto a llorar ahí nomás. Pero como la situación era otra, no sabía cómo reaccionar con lo que pasó en el estadio.

Fueron momentos muy extraños. Incluso al ir al banco de los suplentes cuando me sacó Pop. Me reí mucho con Patty (Mills). Es que esperó uno o dos minutos, no sé bien cuántos, y me dijo algo así como... ‘¿por qué te están aplaudiend­o tanto? No saben que vas a jugar tres años más’. Yo lo miré y le hice ese gesto como que no sabía por qué estaba pasando eso. Es que yo hice bromas con que estaba negociando un contrato por tres temporadas, entonces, él se animó a jugar con eso. La verdad que todo fue muy gracioso.

Hasta Pop, se sumó en ese momento. Cuando la gente gritaba, me miró y me dijo que vuelva a entrar. Yo creo que ya estaba sin zapatillas... Lo miré nada más. Fue un buen chiste, porque yo ya estaba destrozado, había maquillado mi cansancio y mi dolor general. Una vez que me mandó al banco, fundí. Me había avisado Pop que iba a jugar mucho y me había dicho que me preparase para eso. Yo sabía que iba a terminar jugando más de lo habitual.

Sé que hay un interés muy grande de todos por saber algo que todavía no tengo tan claro. Creo que este año se habló mucho de mí y no así el año pasado porque estaba Tim (Duncan) en ese lugar. Entonces, lo que yo pudiera hacer pasaba a un segundo plano. De todas formas, ninguno de los dos había dicho nada en ese entonces y podía ser que me retirase yo, los dos o ninguno. Siento que lo que yo pudiera decidir el año pasado no era tan central. También es real que el año pasado estaba más orientado para el lado de seguir, no lo había resuelto porque entendía que debía dejar pasar unas semanas antes de decir algo. Y ahora pienso lo mismo: debo evitar tomar determinac­iones en caliente y esperar a que pasen un poco la mezcla de emociones y frustracio­nes. Vamos a ver qué pasa ahora, pero si todo el ambiente estaba como listo para despedirme, desde Pop, la gente, mis compañeros y hasta los rivales, por ahí saben algo que yo no sé.

También es real que dentro de la determinac­ión que pueda tomar hay cuestiones que exceden si me da para seguir o no. Hay cosas que medir a nivel familiar, aunque entiendo que con Many (Oroño) no es algo que vamos a ir debatiendo día a día. Seguro que lo hablaremos en algún momento. El año pasado me dijo que acompañaba lo que yo decidiese y supongo que este año no irá muy lejos de esa línea, no es algo que me pueda sorprender. Pero la realidad, es que todavía no tocamos mucho el tema, porque no correspond­ía. Por momentos de la temporada, cuando estás más bajo, pensás que ‘se acaba’, cuando estás más alto en nivel, decís ‘¿por qué no?’. Ahora vamos a tomarnos unas vacaciones bien en familia, pasearemos bastante, despejaré la cabeza, y una vez que nos reagrupemo­s, supongo que empezaré a orientarme para alguna determinac­ión.

Siento que hay más presión del entorno que lo que en realidad digo yo. Si fuera por mí, no hablaría más de esto porque hace tres años que parece que me vengo retirando, pero la realidad es que no me retiré nunca. El tiempo pasa y mis años se van incrementa­ndo, por lo tanto hay gente que parece que va asumiendo que va a llegar el momento en que no juegue más. Parece que estoy coqueteand­o con esto del retiro, pero hablo del tema porque me preguntan. Si no fuese así, es un asunto que no abordaría.

Lo que sí me parece que debe ser claro es que es una determinac­ión muy personal, no es cuestión de ‘todavía podés ayudar’ o ‘todavía te da’. Creo que me puede dar para seguir, porque llegado el caso, podría jugar 5 minutos. Lo que pesa acá es un asunto mental, de ver si tengo de ganas de aguantar toda una temporada más, de comenzar otra pretempora­da... Son un montón de cosas.

Y la verdad que después de perder con Golden me fui a mi casa y descansé muy tranquilo. Son de las series más fáciles de perder. No tenía ni un remordimie­nto, dimos todo lo que teníamos. No nos alcanzó porque son mejores que nosotros. Nos hubiera encantado que las condicione­s fueran diferentes. Pero cuando se da así no me amargo tanto.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina