Trump prometió darles batalla a los “perdedores”
viaje. Recibió la notica del atentado antes de su encuentro con Abbas; telefoneó a May y pidió “borrar” la ideología jihadista
Donald Trump presidente de estados unidos “Los terroristas y extremistas y aquellos que les dan ayuda y confort deben ser expulsados de nuestra sociedad para siempre. esta ideología retorcida debe ser anulada” “Muchos inocentes y hermosos jóvenes, viviendo y disfrutando de la vida, son asesinados por los malvados perdedores de la vida. Los llamaré a partir de ahora fracasados, que es lo que son. estamos en total solidaridad con reino unido”
WASHINGTON.– Unas horas después del atentado de Manchester, el peor acto de terrorismo en Gran Bretaña en más de una década, el presidente norteamericano, Donald Trump, se solidarizó con los británicos, dijo que los terroristas son unos “perdedores” e insistió en que encarnan una ideología a la cual hay que “borrar”.
Trump recibió la noticia del atentado en la mitad de su primera gira presidencial, entre Israel y Cisjordania, un rato antes de su encuentro con el líder palestino, Mahmoud Abbas, en Belén. Habló por teléfono con la primera ministra británica, Theresa May, y recibió actualizaciones de su equipo de seguridad nacional.
“No voy a llamarlos monstruos porque les gustaría ese término. Pensarían que es un gran nombre”, dijo Trump, desde Belén, al referirse a los terroristas en un mensaje que brindó junto a Abbas.
“Los llamaré a partir de ahora perdedores porque eso es lo que son. Son perdedores. Y vamos a tener más de ellos. Pero son perdedores, sólo recuerden eso”, enfatizó el jefe del Salón Oval.
El ataque de Manchester trastocó la gira de Trump, horas antes de que pisara por primera vez como mandatario estadounidense el Viejo Continente, blanco predilecto de los ataques perpetrados por Estado Islámico.
Trump aterrizó anoche en Roma. Hoy, Francisco lo recibirá, a las 8.30, en el Vaticano. Luego llegarán las cumbres de la OTAN, en Bruselas, y del G-7, en Sicilia.
El viaje de Trump había comenzado ya con un acento en el terrorismo con su llamado a los países árabes a “expulsar a los extremistas” en su discurso en Riad, Arabia Saudita.
Pero sus objetivos para el tramo europeo de su gira eran distintos: discutir el futuro de la OTAN y las nuevas reglas para manejar el comercio global.
Cambios
Ahora, la lucha contra el terrorismo promete aspirar todo el oxígeno. De hecho, el resumen de la conversación telefónica entre Trump y May que difundió la Casa Blanca dice que ambos líderes aguardan su encuentro esta semana para discutir “las maneras en las que ambos países pueden trabajar con aliados y socios” para derrotar el terrorismo.
Ya ayer, en su último día en Medio Oriente, todo lo demás quedó desdibujado ante la brutalidad que desgarró a Manchester.
“Los terroristas y extremistas, y aquellos que les dan ayuda y consuelo, deben ser expulsados de nuestra sociedad para siempre. Esta ideología perversa debe ser borrada, y quiero decir completamente borrada, y la vida inocente debe ser protegida. Todas las vidas inocentes. La vida debe ser protegida”, insistió Trump.
El mensaje de Trump para darle impulso a las negociaciones de paz quedó desdibujado por el ataque, sepultado en la mitad de la declaración que brindó junto a Abbas. Toda la atención, otra vez, quedó para el terrorismo. Trump recordó su “épico encuentro” en Arabia Saudita con líderes árabes y su llamado a desterrar el extremismo de una vez por todas.
Objetivo
Otro tanto ocurrió con el discurso que brindó luego, en el Museo del Holocausto, su segundo evento del día. Ese mensaje también fue modificado a último momento, y comenzó con otro comentario sobre el bombardeo de Manchester, y, otra vez, una reiteración de que el objetivo del viaje era cimentar el compromiso de las naciones en la lucha contra el terrorismo.
A diferencia de otros atentados, esta vez todas las declaraciones de Trump fueron calibradas. Después de varias semanas turbulentas en Washington, Trump ha estado atípicamente medido en Twitter en los últimos días. Eso quedó a la vista otra vez ayer: “Estamos en absoluta solidaridad con el pueblo del Reino Unido”, fue uno de los dos mensajes formales sobre el ataque que dejó en su cuenta.
Tras su encuentro con Abbas y el cierre de su paso por Israel, Trump regresó al aeropuerto Ben Gurion en el helicóptero presidencial para emprender viaje a Roma. Lo acompañaban su mujer, Melania Trump; sus asesores más cercanos, su hija y su yerno, Ivanka Trump y Jared Kushner, y el secretario de Estado, Rex Tillerson.
Ahora lo espera Europa, quizá la región donde su triunfo electoral y su presidencia han desatado la menor de las simpatías.