Marketing animal. Ser pet friendly también es un buen negocio
Desde bares hasta aerolíneas, pasando por supermercados y hoteles, cada vez más marcas habilitan servicios para que los clientes puedan ir con sus mascotas; las razones económicas detrás del fenómeno
Si las famosas perras Laika y Jazmín vivieran hoy, seguramente se divertirían un poco más. Mientras más y más personas conviven con mascotas, las marcas comienzan a abrir más espacios para que humanos y animales domésticos puedan disfrutar actividades juntos. Si Laika y Jazmín vivieran hoy, podrían volar en la cabina de un avión, comer en un restaurante, visitar oficinas, alojarse en hoteles y hasta ingresar a comercios.
De acuerdo con un estudio de GfK, el 80% de los argentinos dice tener una mascota en su hogar. El país lidera en cantidad de animales domésticos por persona a en el muno y es más fanático de los perros: son la preferencia del 66% de la población. Además, la relación es íntima. Según la empresa Vitalcan, entre los “bicheros”, el 54% considera a la mascota como un miembro más de la familia y 25%, como a un hijo. Quienes son usuarios de las redes sociales puedan dar fe: cada día es más común, y hasta lo políticamente correcto, mostrarse orgulloso de los compañeros peludos en público.
La angustia de dejar al animal solo cuando la casa queda vacía por vacaciones es un tema recurrente en charlas de amigos. El turismo pet friendly cada vez suma más adeptos alrededor del mundo: en España y en los Estados Unidos ya hay agencias de viajes dedicadas especialmente al segmento. Aerolíneas Argentinas es el caso emblema del país: en enero de 2015, la compañía comenzó a aceptar que perros y gatos pequeños viajen en la cabina durante vuelos de cabotaje y regionales. Para eso, tienen que cumplir una serie de requisitos, como un y certificado de salud, entre otros.
El pico de reservas de esta modalidad se da durante el verano. De acuerdo con los últimos datos de la empresa, en diciembre hubo poco más de 1800 reservas para viajar con mascotas en cabina, en enero, unas 1500 y en febrero, unas 1100. En este momento, las tarifas para que los “humanos” puedan compartir el vuelo con sus mascotas comienzan en los 900 pesos y llegan a los 2000 dólares.
“Había pasajeros que dejaban de volar por no poder llevar a sus animales consigo”, explican en la aerolínea de bandera. En la compañía además señalan que, a pesar de que existen algunas otras aerolíneas que incluyeron esta modalidad en los últimos años, todavía es una ventaja competitiva. Hasta el momento, detalla, no registraron inconvenientes en los vuelos cuando las mascotas viajan en la cabina, ya que “son cuatro por vuelo, una proporción muy baja en cada avión”. También lo atribuye a una “relación cada vez más respetuosa” entre seres humanos y animales.
Sin embargo, las rispideces pueden surgir, sobre todo si se trata de una convivencia más larga, como la que puede suceder en un hotel. La cadena local Fën, perteneciente al grupo internacional Wyndham, implementó progresivamente habitaciones pet friendly desde 2012. Rocío Estévez, brand manager de Esplendor Hoteles, uno de los productos de la cadena, subraya que debieron realizar capacitaciones con los empleados para “cuidar la relación entre los huéspedes a los que no les gustan las mascotas y los que las llevan”, que hasta ahora “dieron buen resultado”.
Los empleados pueden decidir si los animales se adaptan a un código de convivencia del hotel –por ejemplo, los perros no deberían ladrar constantemente– y sancionar a los huéspedes que los llevan si así lo consideran. Estévez detalla que tuvieron especial atención en que todos los canales de venta de la compañía informaran claramente su condición de pet friendly. de manera de que los huéspedes no se encuentren con sorpresas al llegar.
En la oficina
Un estudio de la Universidad de Berkeley demostró recientemente que los perros hacen que las personas se vuelvan más colaborativas y más amables y las oficinas tomaron nota. En Buenos Aires, algunas ya se animan. Una de ellas es la agencia de publicidad Don: “Pensamos que la oficina es un lugar donde pasás muchas horas, o al menos más que en tu casa, y que es mejor que te sientas como en tu hogar”, apunta el CEO, Papón Ricciarelli.
Las marcas consultadas coinciden en el poder de las mascotas para la imagen de la compañía, apoyado por un feedback positivo en redes sociales. Es común que los clientes compartan fotos con sus compañeros y que mencionen el producto o servicio que utilizaron de manera orgánica. Es lógico: los animales son casi los reyes de internet. Las páginas de Facebook del perro más famoso, Boo, y del gato más popular, Grumpy Cat, tienen 17 millones y ocho millones de seguidores respectivamente, y cada uno de los “personajes” vende miles de dólares en merchandising.
Con una fuerte campaña en Facebook a través de videos de perros “pileteros” y gatos “electricistas”, Sodimac incorporó en inicios de este año carros de compra especiales para mascotas. La moda pet friendly todavía no está expandida en el retail. Andrés Lupori, gerente de Marketing de la cadena, dice que la reticencia se debe a los riesgos que existen y que es por eso que la compañía toma medidas de caución. “Hoy sucede que hay nuevos clientes que directamente se acercan para probar la medida”, explica.
La cadena gastronómica Le Pain Quotidien también permite a sus clientes acercarse a las mesas al aire libre con sus animales y lo lleva más lejos: capacita a sus empleados “para que sean pet friendly y muestren interés por el bienestar de las mascotas”, indica Nahuel Roman, director general de la compañía en la Argentina. El ejecutivo explica que los comentarios más positivos en las redes son de “las clientas de mayor edad, quizás porque vivieron más años de restricciones y ahora agradecen más poder desayunar con su perro en medio de un paseo de rutina”.
Actualmente, la cadena ofrece a este tipo de clientes anillos para atar a sus perros o gatos, recipientes diseñados especialmente para ellos y, en el futuro, desea incorporar productos orgánicos para mascotas. Los fanáticos de los animales domésticos, más felices que perro con dos colas: por ahora, la moda va en aumento y cada vez tendrán más espacios habilitados para comprar, comer y viajar con sus mascotas.