BUSCAR NUEVAS PLAZAS PARA SUBSANAR LA CAÍDA DE VENTAS AL EXTERIOR.
Para recuperar el terreno perdido (las ventas al exterior cayeron 31,5% entre 2011 y 2015), la Argentina debe ir más allá de los mercados tradicionales; efecto acelerador
La Argentina tiene mucho terreno por recuperar en cuanto al nivel de sus exportaciones. Por ello, se debe implementar una estrategia de horizontes diversos en materia de comercio exterior, desarrollando relacionamientos positivos y simultáneos con las potencias establecidas, las emergentes y el exterior próximo.
En el caso particular del comercio, hay que ser especialmente ambiciosos en términos geográficos, dada la demanda universal por nuestros productos alimenticios, que representanmás dedos tercios de nuestras exportaciones. En términos de comercio exterior, luego de alcanzarse en 2011 un total de exportaciones por US$ 82.981 millones, en 2015 –último año de la administración Kirchner–, se exportaron sólo US$ 56.788 millones, una estrepitosa caída de 31,5%.
Con el comienzo del gobierno Macri, la situación no cambió en forma sustancial, ya que las exportaciones en 2016 representaron US$ 57.733 millones, un incremento de 1,7% con respecto de 2015. Para recuperar el terreno perdido, hay que ir más allá de los destinos tradicionales (Mercosur, resto de América, Europa y China) donde algunos mercados tienden a cerrarse (Estados Unidos), y en otros se continúan verificando barreras arancelarias y no arancelarias para nuestros productos (Europa y China).
Hay que enfocarse en la India, la Asean y Corea del Sur en el continente asiático, y aprovechar oportunidades en África y Medio Oriente. Esta estrategia se presenta prometedora si analizamos la evolución geográfica de nuestras exportaciones entre 2015 y 2016. En efecto, mientras las exportaciones a los mercados tradicionales –América, Europa, China– sufrieron altibajos, las exportaciones a la Asean, al resto del Asia (incluyendo India), y África tuvieron sólidos crecimientos. Así, las ventas a los países latinoamericanos miembros de Ala di disminuye ron 9,8%, y las ventas a China decrecieron 13,5%. Mientras que las ventas a Europa crecieron un modesto 3,7%, y a EE.UU. 30,6%.
Por su lado, las exportaciones a la
Asean crecieron 26,6%, al resto de Asia un sólido 16% (en el caso de India, 10,3%), y al África 25,1%. Una estrategia de “horizontes diversos” debe buscar maximizar las tres turbinas de la exportación: los productos primarios (PP), las manufacturas de origen agropecuario (MOA), y las de origen industrial (MOI), para lograr un desarrollo equilibrado.
En cuanto a esto, se verificó un aumento en la exportación de PP de 17,7% en 2016, mientras que las MOA aumentaron sólo 1,7%, y las ventas de MOI disminuyeron 6,6%. De esta manera, la participación de los PP fue de 27,1% sobre el total de exportaciones, de 40,4% para las MOA, y de 29% para las MOI.
Como resultado, la participación de las MOI sobre las exportaciones descendió 2,6%, con respecto del 31,6% que representó en 2015, mienuna
tras que la de los PP se incrementó en 3,7% con respecto del 23,4% en ese mismo año.
Para implementar una visión de horizontes diversos en lo comercial sería crítico que sobrevivan, en el corto plazo, las empresas que exportan o tienen potencial exportador a nivel regional o global. En este sentido, tanto las MOI como las MOA enfrentan hoy enormes desafíos desde el punto de vista competitivo. En el esfuerzo ciclópeo para enfrentar la muy delicada situación económica, las opciones elegidas por el Gobierno –reducir la inflación estableciendo altas tasas de interés y financiar el déficit fiscal con endeudamiento– están impactando sobre el tipo de cambio, empujándolo hacia la baja.
Esto parece indicar que el potenciar las exportaciones más allá de los productos primarios, no pareció ser prioridad inmediata del Gobiernoy está impactando negativa mente a varias MOA que exportan o tienen el potencial de exportar a nivel regional y global, como la industria del vino. Pero también afecta a numerosas MOI, que compiten o tienen el potencial de hacerlo a nivel regional.
En este contexto es interesante la metáfora propuesta por el economista Orlando Ferreres, de crear un hospital para empresas para después de las elecciones legislativas de este año.
En realidad esta acción debería ser conceptualizada inmediatamente poniendo especial atención en lo que Bernardo Kosacoff denomina las “cirscunstancias” de aquellos sectores productivos que tienen viabilidad exportadora regional o global.
Siguiendo con las metáforas, es necesario evitar que terminemos de facto, dadas las condiciones económicas actuales, ante la presencia de una “morgue para empresas”. Más aún, sería particularmente penoso que a esa morgue vayan a parar empresas con capacidad y potencial para exportar.
Para concluir, el implementar una estrategia de horizontes diversos en nuestro comercio internacional tiene el potencial de acelerar el proceso de recuperación de nuestras exportaciones. Pero esta estrategia debe impulsar las tres turbinas de la exportación –los productos primarios, las manufacturas de origen agropecuario y las de origen industrial–, para así lograr un desarrollo productivo más equilibrado.