Pendientes del celular
¿Tendrá uno que acostumbrarse a que la cajera del supermercado, el chofer del colectivo y hasta el médico ginecólogo tengan sus móviles en la mano cuando se supone están haciendo su trabajo? No sé cuál es peor ejemplo, pero los tres estaban con su celular cuando tuvieron que atenderme. Ya es de por sí molesto estar en una camilla ginecológica, con un estado anímico horrible, imaginen además que haya en el medio un teléfono con mensajes a la vista. Mercedes Campos
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