Un impacto: River perdió el invicto y ahora se enfoca en el campeonato
Era una noche a puro festejo. River celebró sus 116 años con una pequeña gran celebración. Pero la tarea futbolística no dejó el mismo sabor que la previa. Porque Deportivo independiente Medellín aprovechó las ventajas que le entregó el alternativo equipo de Núñez y se terminó llevando una victoria por 2-1 que no le alcanzó para clasificar a los octavos de final, pero que le permitió quedar tercero del Grupo 3 y entrar en la Copa Sudamericana.
Más allá de que ya estaba clasificado, para River es una derrota que retumba fuerte si se tiene en cuenta que perdió un invicto de 15 partidos, que incluía 12 victorias y tres empates, y que además lo dejó sin el primer lugar de los 16 equipos clasificados a la próxima rueda, situación que le hubiera permitido definir todas las llaves de local. Por ahora, está tercero: Atlético Mineiro y Lanús lo pasaron y Gremio o Guaraní, podían superarlo.
El rendimiento fue dispar, pero la historia podría haber sido diferente: Lucas Alario falló un penal a los 3 minutos de juego, algo inédito –había convertido los siete anteriores en el club–. El rendimiento general no fue positivo y la formación con ocho suplentes y tres titulares –Mayada, Nacho Fernández y Alario– desnudó muchas debilidades: Arzura no se adaptó al puesto de lateral derecho, a Mina –autor del descuento– y a Lollo les costó demasiado, Andrade no pudo ser el conductor y Auzqui falló cuando pudo marcar.
Los goles de Hernández y Mosquera dejaron al conjunto de Marcelo Gallardo, que guardó piernas para el duelo del domingo ante Rosario Central, sin invicto, y sin el privilegio de ser el mejor de los primeros. Ahora, la cabeza está puesta en lo que pasó a ser, desde hace varias semanas, el objetivo: dar el zarpazo en el campeonato local.