Tras 18 meses de obra, el Teatro San Martín recupera su valor patrimonial; esta noche habrá fiesta callejera
teatro. Luego de 18 meses de obras, recupera su marca modernista y le suma un complejo proceso de readecuación tecnológica; hoy, a las 18, se hará la fiesta de reapertura con un espectáculo de una hora que repasa su notable historia
anteayer, el día mismo en el que el Teatro San martín cumplió sus 57 años, algunos medios periodísticos pudieron recorrer el maravilloso edificio luego de 18 meses de estar cerrado por obras destinadas a recuperar el valor patrimonial de este ícono de la arquitectura moderna argentina y ponerlo al día en términos de renovación tecnológica.
el proceso, que tuvo varias etapas, reformulaciones en el paso de la administración anterior a la actual y postergaciones en su fecha de reapertura, llega a su fin. Hoy, a las 18, habrá una fiesta en la calle (paradójicamente, no adentro de la sala) con un espectáculo de una hora que dará cuenta de la historia del emblemático teatro público.
Los anfitriones de la visita guiada son Franco moccia, ministro de desarrollo Urbano de la Ciudad; Jorge Telerman, director del Complejo Teatral de buenos aires, y Sonia Terreno, la encargada del máster Plan. “Todo fue despejado para que el verdadero protagonista sea el espacio. el edificio es lo que manda, siempre tuvimos esa premisa. el desafío fue dotar de tecnología del siglo XXI a una construcción anterior, renovar un sistema respetando la belleza de las marcas del tiempo”, dice la arquitecta, la misma que tuvo a cargo el máster Plan del Teatro Colón.
Terreno habla con indisimulable entusiasmo, con algo de orgullo y con profunda admiración por el trabajo pensado por los arquitectos macedonio Fernández y mario Roberto álvarez, que idearon en plena década del 50 esta maravillosa pieza arquitectónica que conforman el Teatro y el Cultural San martín.
en la sala Casacuberta, la semicircular, ya está armada la escenografía de Parías, que se estrenará en pocas semanas. Hay nuevas consolas de luces, nuevo sistema de dimmer y placas en el techo que sirven como ajuste acústico, trabajo a cargo de Rafael Sánchez Quintana y Gustavo basso, el mismo equipo que trabajó en la acústica del Colón, el CCK y la Usina del arte.
La adaptación tecnológica implicará una baja en el consumo eléctrico. eso se ajusta dos pisos más abajo, cuarto subsuelo de este gran transatlántico de la producción escénica, en donde están los generadores eléctricos y la subestación transformadora. Hay un largo pasillo cubierto por azulejos originales recuperados. Una de las puertas del pasillo da a la caldera. ahí se calienta el agua que llega a los camarines. en todo el San martín hay 36. Todos fueron recuperados con sumo cuidado por el mobiliario original. Lo nuevo son los baños. Los camarines rodean las 3 salas y todos lucen impecables. en verdad, menos uno que fue preservado: el que usó alfredo alcón cuando, junto con Joaquín Furriel, protagonizó Final de partida, su última obra.
debajo de la Casacuberta está la Cunill Cabanellas. en el plan original ahí había una confitería. en una de las tantas gestiones de Kive Staiff, en 1979, la transformó en la sala polifuncional en donde se han visto las experiencias más renovadoras. También esta sala ha sido parte de este largo proceso de renovación tecnológica que mantuvo a este gigante silenciado durante tan largo tiempo. Tiene una capacidad máxima de 250 personas. Para Umbrío, el texto que está ensayando Luciano Suardi, la capacidad será de 200 personas.
en una sala en un pasillo interno que comunica un sector con otro hay una especie de control central, de centro de operaciones. Circuito cerrado de por medio, desde allí se controla el movimiento de espectadores y de los ascensores. También hay un sistema de alarma que permite detectar dónde se estaría produciendo un foco de incendio.
en las pantallas se proyectan imágenes de los hall y de las salas, mientras personal de limpieza hace su trabajo. Todos los lugares de circulación del público están dominados por una cuidada paleta cromática y combinación de materiales nobles como las venecitas (que fueron removidas, limpiadas y vueltas a colocar), tres tipos de mármoles (el travertino, el boticcino y el lunel marroquí) y las alfombras con los colores originales. Las del hall de la Casacuberta entablan un diálogo de color con el gran mural de Luis Seoane.
en esos grandes espacios, el mobiliario volvió a recuperar un esplendor que había perdido hace décadas. Los sillones barcelona, diseño de mies Van der Rohe, como las dos grandes mesas ratonas redondas con espejo en su tapa lucen en perfectas condiciones en esos grandes espacios do- minados por materiales nobles. en la Sala martín Coronado está montada la escenografía de La farsa de los ausentes, el estreno del miércoles próximo que implicará la reapertura del San martín. Las 987 butacas forman parte de un sector flotante apoyado sobre amortiguadores.
en el plan de obra actual, la Sala Leopoldo Lugones se abriría en julio; la FotoGalería, en septiembre, cuando finalicen aquí los trabajos y las oficinas vuelvan a estar en el sector que da a Corrientes.
el San martín tiene dos edificios hermanos. Por cuestiones arquitectónicas, el Cultural San martín. allí, la renovación tecnológica y la puesta en valor del edificio deberá esperar (“el año próximo nos dedicaremos al Recoleta”, apunta el ministro). el otro edificio hermano es el alvear, la sala vecina que también depende del Complejo Teatral de buenos aires debería volver a la actividad a fin del año próximo.