LA NACION

LA INSPIRADA

Entre el yoga, la meditación y la arquería, Inés Berton se aleja de la rutina. Una tea blender viajera, curiosa, sensible y creativa que se rodea de afectos para disfrutar de la vida. Fanática del ballet, el jazz y la fotografía.

-

En su casa de San Isidro se respiran aires orientales y un jardín lleno de rosas da fe de la pasión de Inés por las plantas. Su vida es todo menos rutinaria: puede estar dictando un taller, catando tés o ideando un proyecto nuevo a pedido de alguna de las muchas marcas que solicitan su paladar único, su olfato experto y su creativida­d caracterís­tica. “No trabajo tanto como la gente cree”, afirma la reina del té. Los viernes, por ejemplo, son siempre para disfrutar: hace yoga, recorre jardines y almuerza con amigas. El secreto, asegura, es rodearse muy bien y saber armar equipos. Así, delega sin problema y deja que, en su empresa, cada uno haga lo que sabe hacer. Además del yoga, Inés practica arquería y meditación. Le fascina la música, es fanática del jazz y el ballet.

Viajar es una de las pasiones que puede combinar con la búsqueda de estímulos. “Vivo de mi inspiració­n, es mi capital principal”, explica la creadora de Tealosophy sobre su “estado esponja” como forma de vida. Una vez al año viaja por el mundo recorriend­o jardines para descubrir nuevos aromas, paisajes y sabores que luego se traducirán en un blend. El próximo destino es Inglaterra.

A su familia la ve los fines de semana en la quinta de sus padres, donde se dedica por completo a sus queridísim­os sobrinos (ya son nueve). Y la amistad es otro de sus pilares. Con su grupo adorado de amigos organizan asados, visitas a museos o exposicion­es, noches de teatro y salidas a ver bandas en vivo. Al buscar y disfrutar de la belleza en las cosas cotidianas, a Inés le fascina recibirlos en su casa. Esta excelente anfitriona organiza picnics en su jardín las tardes de verano con manteles y candelabro­s, donde despliega sus dotes como bartender (el gin tonic y el negroni son sus especialid­ades), y veladas de fondue alrededor de la chimenea en temporada invernal. Siempre hay algún amigo músico que se pone a tocar y el living de su casa se transforma en una pista de baile. “Cada uno trae lo que sabe hacer, alguno una guitarra, otro se esmera en poner una linda mesa, y así”, explica con total naturalida­d sobre las fabulosas puestas en escenas que logran sin esfuerzo. Un curso de cocina saludable la está ayudando a amigarse con el único ambiente de la casa que todavía no domina por completo. Coraje no le falta. “Me gusta rodearme de afectos, pero también es fundamenta­l saber editar. No tengo un millón de amigos porque es imposible. A los que tengo, los atesoro, los cuido, los valoro”, afirma.

Y si bien los programas sociales son frecuentes, tampoco es muy trasnochad­ora, pues despertars­e temprano y regar el jardín es una de sus actividade­s predilecta­s. “Adoro quedarme en mi casa, me gusta la energía que hay acá”, cuenta desde su sillón preferido, el escenario perfecto para leer sin parar y donde devora un libro tras otro. Con música de fondo, una taza de té y un ramo de flores, su mente vuela y su mano acompaña: le encanta escribir, dibujar y hacer collages en sus sketch books (diarios de viaje ilustrados e intervenid­os con fotos). Esta amante de la fotografía se deja llevar por cómo la luz natural inunda su casa para elegir un rincón y hacerlo bello a cada minuto.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina