Se repone un tercio de lo que Se extrae
Que en nuestro sistema productivo se reponga sólo un tercio de los nutrientes que se extraen por medio de las cosechas fue sin duda el dato que causó la mayor de las sorpresas en Mike McLaughlin. En este sentido las diferencias con lo que vienen haciendo los australianos es notoria. “Allá tenemos superávit de nutrientes. Tenemos una agricultura muy parecida a la de ustedes ya que se utiliza el mismo sistema de siembra directa. La gran diferencia es el desbalance nutricional que ustedes tienen aquí. El balance positivo en Australia es el resultado de años de fertilizaciones que fueron aumentando la provisión de nutrientes del suelo”, afirma el investigador. Los australianos fertilizan 25 millones de hectáreas de trigo y aproximadamente 50 millones de hectáreas de pasturas implantadas. En la Argentina, por el contrario y según los técnicos, se está minando en forma acelerada la cantidad de nutrientes en el suelo. En el caso de un nutriente como el potasio el balance es tan negativo que puede llevar a una deficiencia en el corto plazo. Las estadísticas muestran que en los últimos años el peor cultivo en cuanto a reposición de nutrientes fue la soja. A lo largo de las últimas campañas sólo repuso alrededor del 10% del total de los nutrientes que se extraían del suelo. Se incluye al nitrógeno, fósforo, potasio y azufre. Por el contrario, el trigo es el cultivo que aunque tuvo grandes variaciones entre campañas fue el que mejor repuso los nutrientes. En la campaña 2015/16 estuvo cerca del 60% de la reposición. En la misma campaña el maíz repuso menos del 30%. Muchos encuentran que la causa del desbalance del actual sistema agrícola es el gran porcentaje de tierra que se arrienda en cada cosecha. En general, en los contratos de alquiler no figura un inventario de la dotación de nutrientes con que se entregan los campos. Tampoco claúsulas que obliguen a devolver los campos en las mismas condiciones de fertilidad en que se recibieron. “Los campos de la Inglaterra del 1800 ya se alquilaban tomando en cuenta la cantidad de abono y estiércol que tenían ”, aportó Mike McLaughlin.