Con Brasil en crisis, temen retrocesos en la producción local
Las industrias automotriz, del plástico y molinera son las más vinculadas a esa economía
El más reciente capítulo de la crisis política brasileña llegó justo en momentos en que la economía de ese país empezaba a mostrar señales de recuperación. Eso inyectaba esperanzas a toda la actividad local, pero principalmente a los sectores más sensibles a los ruidos del país vecino.
La relación comercial con Brasil es vital para la Argentina. Dos tercios de los automóviles argentinos que se exportan van al mercado de Brasil. En 2016, la cifra que representaron esas ventas, US$ 3355 millones, no alcanzó a ser la mitad que la de apenas hace dos años. En la industria plástica, las operaciones son menores en montos, pero la “brasildependencia” es también muy significativa: 56% de las ventas al exterior van al principal socio del Mercosur. Esas dos actividades de la economía local, junto con la industria del caucho, la molinera y la maderera, están entre las que más dependen de Brasil en cuanto a sus exportaciones. Además, entran en el listado los productos de varias economías regionales, como hortalizas, legumbres y frutas secas.
Compensar los efectos de la caída del principal mercado para productos argentinos requiere una estrategia compleja y con efectos que no son de corto plazo. Entre otras razones, hay una alta participación de bienes con alto valor agregado. Con un monto de US$ 9027 millones, las exportaciones a Brasil representaron en 2016 el 16% de las ventas totales que partieron de la Argentina al mundo. Pero si se miran sólo las operaciones de productos industriales, entonces esa tasa de participación sube al 34%.