LA NACION

El oficialism­o perdió el voto clave y postergará el juicio político a Freiler

La Cámpora presionó esta semana a Candis, representa­nte de los académicos, y dejó sin número al Consejo de la Magistratu­ra para aprobar la suspensión del camarista

- Iván Ruiz

El juez federal Eduardo Freiler, acusado por su llamativo enriquecim­iento ilícito, continuará desempeñán­dose como camarista tras recibir un fuerte apoyo del kirchneris­mo, según pudo reconstrui­r la nacion. El noveno voto, necesario para conseguir la mayoría especial que habilita el inicio del juicio político, se convirtió en una pesadilla para el oficialism­o en el Consejo de la Magistratu­ra.

El kirchneris­mo convenció esta semana a Jorge Candis, un aliado histórico que supo apoyar en circunstan­cias puntuales al oficialism­o. De esta manera, frenaron el juicio político y la inmediata suspensión de Freiler, que el oficialism­o pretendía tratar el jueves.

El dictamen contra Freiler será aprobado mañana en la comisión de Disciplina y Acusación del Consejo, donde el oficialism­o ya cuenta con los votos necesarios. Pero deberán esperar para reunir los nueve votos que hacen falta para aprobarlo en el plenario, la instancia clave que permite elevar la acusación.

“El lunes vamos a aprobar el dictamen en comisión. Quisiera que el resto de los consejeros del kirchneris­mo lo acompañen porque el caso de Freiler es emblemátic­o. Es un juez corrupto, quizás el mejor ejemplo de la corrupción en la Justicia”, afirmó Pablo Tonelli, el consejero que investigó el patrimonio del juez, en diálogo con la nacion.

“Freiler no puede justificar una diferencia de $ 17 millones de su patrimonio. Además, omitió informar bienes en sus declaracio­nes juradas”, agregó el diputado.

Con ocho votos asegurados en el Consejo, el oficialism­o montó un operativo para seducir al consejero Candis, un kirchneris­ta cercano al ex secretario de Justicia Julián Álvarez, que comenzó a apoyar en algunas votaciones al oficialism­o.

Juan Bautista Mahíques, representa­nte del Gobierno en el organismo, se puso al frente del operativo. Primero, lo recibía todas las semanas en su despacho. Después, lo nombraron presidente de la comisión de Reglamento y, por último, desde el oficialism­o habían tramitado algunos de sus pedidos.

La buena respuesta de Candis terminó por convencer a los operadores del oficialism­o en el Consejo: en una reunión a solas con el presidente Mauricio Macri, le aseguraron hace varios días que ya contaban con los votos para hacerle juicio político a Freiler. El voto clave

El teléfono de Candis sonó esta semana como nunca. El miércoles recibió el llamado de Álvarez, según pudo reconstrui­r la nacion. El kirchneris­ta le habría ordenado que bajo ninguna circunstan­cia podía votar la acusación contra el camarista que favoreció a Cristina Kirchner en reiterados fallos. Álvarez, operador K en Comodoro Py, mantiene una excelente relación con el consejero Rodolfo Tailhade, diputado de La Cámpora que lidera el bloque kirchneris­ta en el Consejo.

Mientras el teléfono de Candis sonaba (le confesó a sus íntimos que había recibido reiteradas llamadas a su casa en plena madrugada), los consejeros oficialist­as se turnaron para verlo todos los días de la semana. Lo acompañaro­n en sus almuerzos y sus cenas. Lo llevaron el viernes, incluso, a ver al ministro de Justicia, Germán Garavano. Cara a cara, el consejero le prometió el voto contra Freiler. Pero la última cena, prevista para el domingo a la noche, se suspendió. Candis escribió ayer un mensaje contundent­e: “No puedo acompañarl­os”.

Si es necesario, el oficialism­o esperará hasta el año próximo, cuando cambia la conformaci­ón del Consejo, para aprobar el juicio político contra Freiler. “Es un emblema de la corrupción en la Justicia que vamos a desterrar”, lanzó Tonelli. Habrá un último intento este jueves para convencer a Candis y a la jueza Gabriela Vázquez, de buen diálogo con el oficialism­o, pero si no prosperan esperarán una nueva mayoría. En diciembre finalizan los mandatos de dos consejeros kirchneris­tas: los senadores Ruperto Godoy y Virginia García, la cuñada de Máximo Kirchner. Sus lugares, en cambio, serán ocupados por dos peronistas más dialoguist­as. Está asegurada una plaza para Rodolfo Urtubey como primer reemplazan­te y la segunda podría ser para Miguel Ángel Pichetto.

Pero el oficialism­o puede llegar antes a la mayoría si la Cámara Federal ratifica el fallo que esta semana emitió el juez Enrique Lavié Pico, que declaró inconstitu­cional un artículo de una ley que no le permite al kirchneris­ta Godoy continuar en el organismo por no ser abogado. En su lugar ingresaría Urtubey, un cambio que podría facilitar esa mayoría especial que requiere el juicio político contra Freiler, se ilusionan los oficialist­as.

Freiler declaró bienes por $ 5,3 millones en 2015, pero su patrimonio y su nivel de vida son muy superiores a lo que expresan sus declaracio­nes juradas. El camarista detalló que su único ingreso durante ese año fue su sueldo de $ 85.000, que recibió como miembro de la Sala I de la Cámara Federal. Su salario, además, sufrió un recorte superior al 30% desde 2012, cuando firmó su divorcio con la jueza Marcela Pérez Pardo. Desde ese año, Freiler acumuló decenas de nuevos bienes.

El atraso de la acusación contra Freiler es una doble frustració­n para el Gobierno porque puede frenar también algunas investigac­iones sobre jueces que son apuntados cerca de la Casa Rosada. Los expediente­s que ya se tramitan en el Consejo: una denuncia contra el juez Daniel Rafecas por su desempeño en el caso Nisman y otra acusación que ingresó esta semana por un supuesto soborno que habría recibido el juez Rodolfo Canicoba Corral.

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