Las ventajas del país para surfear la ola disruptiva
cinco ejecutivos hablaron en el ciclo organizado por sobre la nacion el cambio digital
La disrupción está en boca de todos... y le llegará a todos. Es que todas las industrias viven el cambio acelerado propio de estos tiempos y, tarde o temprano, serán alcanzadas por la transformación digital. Bajo esta consigna, representantes de empresas tradicionales y otras no tanto se reunieron para conversar sobre cómo pilotean sus compañías en medio de esta tormenta. Ellos fueron Pablo Ardanaz, gerente general de Sodimac; Rosario Altgelt, CEO de Latam Argentina; Maurizio Bezzeccheri, country
manager de Enel Argentina; Máximo Cavazzani, CEO de Etermax; y Javier Goñi, gerente general de Ledesma. Moderados por José Del Rio, adscripto a la Secretaría General de Redacción de la nacion, los ejecutivos se refirieron a las transformaciones dentro de las compañías y a cómo los líderes mejoran sus habilidades para guiar a sus colaboradores hacia “las oportunidades” que trae el cambio.
El entretenimiento es una de las industrias más innovadoras de los últimos tiempos: el cambio de pantallas –de la televisión al smartphone– es tierra fértil para nuevos formatos y contenidos que salgan del molde. Cavazzani es uno de los grandes actores de la nueva ola: desde el lanzamiento en 2013, su app de preguntas y respuestas Preguntados fue descargada por más de 200 millones de usuarios de todo el mundo. “La disrupción en este sector está por todos lados –comenzó–. También está en la monetización: la publicidad cambió totalmente en cinco años, lo que antes se creía que tenía valor hoy ya no lo tiene.”
“El mundo tiene menos actores importantes y más actores chiquitos”, dijo respecto de su industria y recordó que, si hoy alguien ve el rating de los grandes programas de televisión las cifras “parecen increíbles” con respecto de lo que pasaba tan sólo hace un lustro.
Respecto del futuro, el CEO de Etermax consideró que las personas “tienen más que hacer por la humanidad que en los últimos 5000 años”. Y añadió: “La sociedad va a recompensar al grupo de personas que resuelvan los problemas de la mejor manera al menor precio, y no hablo de plata, sino de costo humano. Si con un celular puedo hacer lo que hace 10 años hacía con 25 aparatos que costaban US$ 150.000 cada uno, entonces es un beneficio para la humanidad”.
También se habló de las transformaciones en el sector de la energía, una industria con estructuras pesadas y una historia centenaria, según Bezzeccheri. La primera, la electrificación de distintos objetos, como los autos, que serán “un cambio definitivo”. La segunda, la descentralización: los consumidores pueden abandonar el rol pasivo y ser generadores de su propia energía. La tercera, la digitalización y todo lo que implica, como los medidores inteligentes que permiten recoger datos para conocer mejor cómo funcionan los hogares y las ciudades para un uso más optimizado de la red.
En la Argentina, no obstante, existen otros problemas de base para solucionar antes de pensar en el futuro. El ejecutivo italiano explicó que el promedio de cortes de luz por persona es de 32 horas anuales contra, por ejemplo, 40 minutos en Italia. “Primero hay temas de infraestructura”, señaló. Para atacarlos, sostuvo, se debe realizar un conjunto de acciones que incluyen la introducción de mayor tecnología, la transformación de los recursos humanos y los cambios en las regulaciones.
En un plano más personal, Bezzeccheri explicó que parte del trabajo que hizo para subirse a la ola de transformación fue “dejar de lado las certezas” y apostar por la curiosidad, por la duda, por probar hipótesis y comprobarlas.
En el mismo sentido, Altgelt habló de la tarea de “desaprender” que tiene cualquier empresa tradicional. En el caso del sector en el que trabaja, afirmó que la competencia de las low
cost obligó a todas las aerolíneas a repensar el modelo de negocios. “Las líneas de bajo costo le dan al pasajero la posibilidad de elegir a la hora de cobrarle. Le cobra el boleto lo más barato posible y le da la opción de seleccionar comidas o más espacio para sus valijas. Latam tiene que aprender a competir con ellas”, señaló.
La ejecutiva de Latam admitió que constantemente mira hacia afuera de su compañía para ver qué sucede en el sector. “No podemos creer que somos los únicos que nos movemos. Cuando avanzamos, los demás jugadores también lo hacen y lo primero es estar bien despiertos”, dijo. Añadió que hace un esfuerzo por convencer a la empresa de los cambios que se tienen que producir. “Esto requiere de un liderazgo muy personal, desde el compromiso y desde el convencimiento. Las personas se asustan, resisten. La habilidad más importante que estoy aprendiendo en estos años es convencerme a mí misma y poder convencer a otros”, destacó.
Las transformaciones llegan hasta las compañías de commodities y, de acuerdo con Goñi, Ledesma no le teme a la ola disruptiva. “La tecnología te va dando armas para que, con la creatividad, puedas encontrar una forma de hacer nuevos negocios a partir de tus valores”, expresó luego de repasar los distintos sectores en los que la empresa actúa: energía, alimentos y papel. Todo a partir de una misma fuente, la caña de azúcar.
Opinó que “el gran tema de la disrupción es la velocidad de los cambios”, ya que las transformaciones siempre estuvieron, pero “ahora suceden más rápidamente”. En ese proceso vertiginoso, Goñi reconoció que quiere disfrutar de las oportunidades que existen y existirán y poder contagiar esa energía a todos sus colaboradores. Por otro lado, dijo que, como graduado de la universidad pública, se siente obligado a “devolver a la sociedad” y es por eso que busca “llevar los valores de la meritocracia y el esfuerzo” al ámbito donde trabaja.
Ardanaz se refirió a cómo se conecta la cadena de retail que lidera con “los sueños” de los clientes. “Los latinos somos muy de querer mejorar, y una casa es un gran sueño”, observó. Y habló sobre las transformaciones que vive dentro de la compañía. “Cambió la forma de interrelacionarnos. Hay cosas que hoy son moneda corriente y eran impensables hace poco tiempo, como que los colaboradores de nuestras tiendas usen el celular para vender mejor”, dijo.
El ejecutivo de Sodimac, que admitió que tuvo que dejar de lado su pasión por la docencia para ocupar su rol actual, señaló que “la Argentina es potencia en materia de talento humano”, pero que existe un desafío en las empresas relacionado con cómo “retener y desarrollar el talento valioso”, algo que, a su juicio, no se observaba hace poco más de una década. No obstante, aclaró que los líderes deben ser conscientes de que “no se puede retener a todo el mundo”, que hay “personas que rotan muy rápido” y que siguen con su vida. “Hay que “amigarse con esa idea”, afirmó.
Para terminar, los ejecutivos enumeraron las ventajas competitivas de la Argentina para surfear la ola dirsuptiva. “Las personas y los recursos”, dijo Bezzeccheri. Altgelt reiteró el desafío de poder articular un sistema y Ardanaz habló de “la resiliencia” y dijo que es muy propia de los argentinos.