LA NACION

La penales, una historia de nunca acabar para el Mellizo

El DT se fue expulsado por protestar la sanción sobre el final, que le dio el 1-1 a huracán

- Franco Tossi

“Se va a cumplir un año de que no nos cobran un penal, seguro ahora van a venir todos en fila”. La frase de Guillermo Barros Schelotto fue una constante especialme­nte desde que se reanudó el campeonato en 2017, comenzando con aquella mano de Juan Cruz Komar que Ariel Penel no vio en la derrota ante Talleres (21) en la Bombonera. Se repitió cuando Santiago Ascacibar pisó a Darío Benedetto en La Plata y Silvio Trucco no lo concedió, en la igualdad en cero ante Estudiante­s. Y cuando muchos pensaban que terminaría influyendo en los arbitrajes en la recta final del torneo, todo terminó siendo al revés: mientras el técnico sigue en la espera de un tiro desde los doce pasos, anoche en el Tomás Adolfo Ducó le dieron uno en contra que no fue.

El partido se moría. El Mellizo ya había metido en el campo a Zuqui y a Fabra para aguantar el 1-0 parcial. Pero Boca, aún así, no da seguridade­s. Una falta evitable de Zuqui, pelota aérea no despejada y Daniel Montenegro quedó mano a mano ante Rossi, que se desconcert­ó por los piques de la pelota. El Rolfi aprovechó las dudas del arquero y buscó un contacto que a Darío Herrera le alcanzó para cobrar penal. Por eso que el Mellizo se excedió en la protesta y se fue expulsado del campo de juego. Es que más allá de la bronca por esa jugada y el posterior empate de Huracán, la novela de los penales en Boca viene siendo extensa.

El último que le cobraron a favor fue hace más de un año, cuando ante Defensa y Justicia, por el torneo Transición 2016, Federico Carrizo desperdici­ó la oportunida­d. Sin embargo, la racha en contra no era abultada: el último penal había sido en la primera fecha del actual certamen, en la derrota ante Lanús (2-0), cuando Brian Montenegro también despilfarr­ó su chance.

“Está bien. Hace mucho que a Boca no le cobraban uno en contra también. Ahora falta lo otro...”, siguió presionand­o Guillermo en rueda de prensa tras los dos puntos perdidos en Parque Patricios. El grupo está muy golpeado en lo anímico, y un ejemplo es la frase del Mellizo, que cuando le preguntaro­n por la expulsión dijo: “Duré cinco minutos en el vestuario, estoy dolido por la derrot... por el empate”. La historia de los penales le sigue generando fastidios a Barros Schelotto.

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