Roman Polanski, para el cierre del festival de Cannes
El director polaco presentó D’après une histoire vrai
CANNES.– Las películas de clausura en la mayoría de los festivales importantes no suelen tener demasiada repercusión, pero la 70ª edición de Cannes cerró con el nuevo trabajo de uno de los autores más venerados aquí como el mítico y siempre controvertido director polaco Roman Polanski. D’après une histoire vrai (Basada
En una historia real) es un thriller psicológico sobre delphine de Vigan (emmanuelle Seigner, musa y pareja del realizador), una escritora muy exitosa en Francia que empieza a tener una relación cada vez más intensa con elle (una atractiva y siniestra eva green), quien se presenta como una ghost writer y admiradora de la autora de best sellers.
El guión coescrito por Polanski con olivier assayas a partir de la novela homónima de delphine de Vigan (sí, la protagonista de la ficción lleva su nombre) tiene todos los condimentos de la angustia y la paranoia ligadas a la creación literaria y al bloqueo creativo con esas relaciones manipulatorias y dependientes que desembocan en ciertos casos en la esquizofrenia. La sombra de films como El rey de la comedia, de martin Scorsese; Misery, de Rob Reiner, y La ventana secreta, de david Koepp, sobrevuela esta propuesta que no resulta demasiado innovadora, pero sí muy entretenida y eficaz.
En diálogo con la prensa, el director de Repulsión y El bebé de Rosemary se sumó ayer a la polémica entre Cannes y netflix al indicar que los servicios de Vod no son una amenaza para el cine: “La gente no va a una sala solo porque haya mejor proyección y sonido, sino porque quiere participar en una experiencia colectiva, algo inherente a humanidad desde el teatro griego hasta el circo romano. me acuerdo que cuando los walkman se hicieron populares decían que iba a ser el fin de los conciertos”.
También ayer, en la última jornada con estrenos (hoy solo se repiten películas a la espera de la ceremonia de clausura y la entrega de la Palma de oro), se exhibió el 19º film en Competencia oficial: You Were Never Really Here, incursión de la escocesa Lynne Ramsay (Ratcatcher, El viaje de Morvern, Tenemos que hablar de Kevin) en el cine estadounidense.
Terminada de apuro (el rodaje concluyó hace pocos días y la posproducción se hizo en tiempo récord), You Were Never Really Here es una épica sangrienta y poética sobre un asesino a sueldo tan taciturno como eficaz (Joaquin Phoenix) contratado para salvar a una chica de 14 años (ekaterina Samsonov) que ha sido secuestrada por una red de trata y prostitución infantil en nueva york. La película se sostiene por momentos gracias a la estilización visual, la música de Jonny greenwood (integrante de Radiohead) y la imponente presencia en cámara de Phoenix, pero la propuesta cae en demasiados pasajes en el regodeo, la ostentación, el sadismo y un vacío (existencial y artístico) que ni siquiera pueden rellenar los flashbacks que “explican” los traumas infantiles y familiares del protagonista. martillo en mano cual Oldboy: Cinco días para vengarse, del coreano Park Chan-wook (también hay elementos visuales y narrativos dignos del cine del danés nicolas Winding Refn), Phoenix es lo mejor de esta relectura de Taxi
Driver, de martin Scorsese, que no estuvo a la altura de las expectativas, como ocurrió con varios films de la sección principal.