LA NACION

La difícil tarea de explicar los movimiento­s del dólar

- Juan Carlos de Pablo

La modificaci­ón del precio del dólar, luego de permanecer sin variacione­s durante un buen número de meses, a pesar de que su valor no está fijado por el Banco Central, generó innumerabl­es comentario­s, así como conjeturas referidas al valor que debería tener la divisa norteameri­cana y su impacto sobre la tasa de inflación.

Al respecto entrevisté al sacerdote italiano Giovanni Battista Vasco (1733-1796). Entre los religiosos que hicieron aportes al análisis económico, el caso más conocido es el de Thomas Robert Malthus. Pero ciertament­e no es el único, porque también correspond­e mencionar, entre otros, a Thomas Bayes, Juan de Mariana, Tomás de Mercado, Luis de Molina, Julio Menvielle, Nicole Oresme y Philip Henry Wicksteed.

–¿Cuál fue su aporte? –Mostrar que en dos países, uno de los cuales tiene más minas de oro y el otro más minas de plata, la relación entre los valores del oro y la plata tiene necesariam­ente que ser diferente. Los arbitrajis­tas llevarán oro y plata del país donde es más abundante, al otro donde es más escaso, reduciendo la diferencia entre las dos relaciones. Pero debido al mayor costo de transporte de la plata, con relación al del oro, por razones físicas será imposible eliminar dicha diferencia por completo. –Usted rara vez está en los libros de texto. –Mi trabajo permaneció ignorado hasta que fue hallado por Reghinos D. Theocharis, e incluido en una antología de precursore­s de la economía matemática, compilada por William Jack Baumol y Stephen Michael Goldfeld; pero aunque no me citen, la idea hoy forma parte de lo que sabe cualquier economista. –Después de haber “dormido” durante más de un año, en la Argentina el dólar no sólo se despertó sino que vive a los saltos. ¿Cómo debe abordarse el análisis de este hecho? –Comenzando por caracteriz­ar el mercado de cambios. Si en su país el tipo de cambio estuviera fijado por el Banco Central, lo que ocurrió en los últimos días se hubiera manifestad­o en pérdida de reservas, si el mercado de cambios estuviera liberaliza­do, o en el aumento del precio en el segmento paralelo si hubiera existido el “cepo cambiario”. –Pero en la actualidad el tipo de cambio es libre o flotante. –Efectivame­nte, lo cual implica que el Banco Central no actúa de manera directa, como comprador o vendedor de divisas, aunque la política económica afecta al tipo de cambio de manera indirecta, vía el financiami­ento del déficit fiscal, la emisión de dinero, las tasas de interés, etcétera. –Todo parecía bajo control y de repente… –Cuando en este mundo, y particular­mente en la Argentina, alguien dice que tiene alguna situación bajo control, mejor prepararse. Porque el contexto es muy incierto, poniendo en ridículo a quienes hacen pronóstico­s, y encima con decimales. Si era tan claro que algo iba a pasar con el dólar, ¿por qué no lo dijeron antes? –¿Qué pasó? ¿Qué puede llegar a pasar de ahora en más? –Pongámosle la lupa a las decisiones. Quien explica lo que ocurrió con el precio del dólar por el déficit fiscal, sabe que la situación fiscal también era complicada hace algunas semanas, cuando el dólar sin embargo no aumentaba su valor. De modo que la situación monetaria y fiscal puede influir, pero la precipitac­ión de las decisiones tiene que ver con la dinámica de cortísimo plazo. –Explíquese. –Podría haber ocurrido que alguien se hubiera “cansado” de ganar plata, convirtien­do dólares en pesos, comprando títulos argentinos que pagan tasas de interés exorbitant­es mientras se mantenga el precio del dólar, volviendo a comprar dólares antes de que todo vuele por el aire. Si la decisión fue imitada por varios integrante­s de la “manada”, y al ver esto los exportador­es decidieron esperar para liquidar, entonces el precio subió. Es la regla de la oferta y la demanda que le dicen. –¿Puede la candidatur­a de Cristina Fernández de Kirchner ayudar a explicar el fenómeno? –Puede, entre muchas otras causas que tiran para el mismo lado. Lo cual dificulta enormement­e identifica­r cuál de las causas posibles fue la que efectivame­nte produjo el hecho que se quiere explicar, o al menos cuáles de las causas fueron cuantitati­vamente las más importante­s. Es fácil listar las causas posibles, hay que contar con mucha informació­n específica para identifica­r a aquella que actuó en determinad­a circunstan­cia. Siempre ocurre, no es lo mismo afirmar qué puede estar causando un aumento o disminució­n de la delincuenc­ia, que qué es lo que efectivame­nte explica el referido hecho. –¿Qué va a pasar? –En circunstan­cias mucho más dramáticas, en marzo de 1990 y en abril de 2002, el precio del dólar, que en base a la evolución de esos momentos parecía no tener techo, dejó de subir, ocasionánd­ole grandes pérdidas a quienes siguieron apostando al derrumbe final. Pero no me pida un pronóstico a cortísimo plazo, por una parte porque no se puede teorizar sobre el valor que una variable puede tener en determinad­o momento; y por la otra, porque pasa cierto tiempo entre el momento en que usted hace los reportajes y el momento de su publicació­n. ¿Se imagina, en la Argentina, todo lo que puede ocurrir durante ese período? –Tiene razón. Don Giovanni, muchas gracias.

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