La miel endulza poco a los argentinos
El país se posiciona como un gran productor, pero el consumo está en un nivel bajo
200 gramos consumo per cápita de miel
La Argentina se posiciona como un productor mundialmente reconocido por la calidad de sus mieles, debido a las grandes extensiones de pasturas naturales, la abundante flora autóctona y las enormes superficies implantadas con diversos cultivos agrícolas. Sin embargo, el paladar local no es muy afecto a este dulce producto: sólo se consumen en estas tierras 200 gramos per cápita al año.
En términos productivos, se extraen entre 80.000 y 90.000 toneladas de miel al año, que se exportan casi en su totalidad. Esto se debe a que los hábitos de consumo local de miel no son significativos. En países con gran tradición en consumo, el volumen supera los dos kilos per cápita al año.
La Argentina es el tercer productor mundial de miel, detrás de China y Estados Unidos. En el cuarto puesto se ubica México. Entre 2002 y 2003, el país se consolidó como el primer exportador mundial, desplazando a China. El principal destino de las ventas es Alemania; en segundo lugar se encuentra Estados Unidos, y más atrás están Italia, Reino Unido, España y Japón, entre los exportadores más importantes.
Buenos Aires concentra el 43% de la producción con 41.000 toneladas, extraídas de 1,4 millones de colmenas; Santa Fe abarca el 14%, con 390.000 colmenas que producen 14.000 toneladas; Córdoba tiene el 11% de la producción, con 300.000 colmenas y 10.000 toneladas; en Entre Ríos está el 7% del total producido, con 250.000 colmenas y 7000 toneladas; La Pampa cuenta con el 8% de la producción, con 100.000 colmenas y 7500 toneladas. En el resto del país se distribuyen 350.000 colmenas con una producción de 15.700 toneladas anuales, que representan el 17% del total producido.
La producción mundial media de miel es de 1,2 millones de toneladas, aproximadamente, y cerca de la mitad ingresa en los circuitos internacionales de comercio.