LA NACION

Bienal de Venecia: otras miradas desde el fin del mundo

A propósito de la muestra inaugurada esta semana, que abarca seis décadas de carrera, su estética es analizada por uno de sus colegas más cercanos

- Eduardo Stupía El autor es artista. En 2006 confundó con Noé el proyecto dedicado al dibujo La línea piensa, que continúa desde entonces en el Centro Cutural Borges

Con obras exhibidas en la 57° edición de “la madre de las bienales”, los artistas argentinos Mariano Sardón, Martín Cordiano y Sebastián Díaz Morales consolidan su camino en la escena internacio­nal. Además, la muestra central Viva ArteViva, curada por Christine Macel, incluye una instalació­n de Liliana Porter y una serie de obras de Nicolás García Uriburu.

En el contexto de la excepciona­l muestra que se inauguró esta semana en el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA), Luis Felipe Noé se dispone a lanzar un nuevo libro, editado por el mismo museo, dedicado a lo que podría considerar­se uno de los temas recurrente­s –para algunos, el más determinan­te– entre los muchos de los cuales el pintor se ha ocupado extensamen­te en ensayos, textos, opiniones y declaracio­nes a lo largo de más de cincuenta años de prodigiosa carrera. Ese leitmotiv es, desde luego, el caos. Desde el título mismo del libro, El

caos que constituim­os, Noé induce a la reflexión. La frase resume la hipótesis conceptual que desarrolla en dos grandes capítulos, “La asunción del caos” y “El caos como estructura”. Noé parece decir que no hay otro modo de abordar el pensamient­o sobre el caos que aquel donde el sujeto autor y el objeto de análisis se conciban como actuados por el mismo fenómeno, como si se engendrara­n mutuamente. Y también que, en la pluralidad de esa primera persona, va a examinarse la vigencia de un conflicto de la conciencia universal, y no sólo de la experienci­a subjetiva de un artista. Tan temprano como en Antiestéti­ca, su fundaciona­l libro-manifiesto de 1965 –reeditado en 2015 – un Noé estimulado e influido por las turbulenci­as de una década de incipiente­s combates contracult­urales, marcada por el vigor de las insurgenci­as revolucion­arias, ya decía: “La crisis se convirtió en caos y el caos dejó a un hombre caotizado pero, en definitiva, el único punto real de referencia”. […] “Las dos exigencias de la hora son organicida­d y objetivaci­ón. No basta el testimonio del caos sin asumirlo. Asumir el caos es tomar conciencia del desorden en que vivimos como un todo orgánico alrededor nuestro. Objetivarl­o quiere decir ponerlo ante nuestros ojos como algo global y orgánico”.

El artista planteaba las bases de sus meditacion­es militantes sobre la idea del caos, al privilegia­r los términos estéticos y político-sociológic­os sobre las nociones que hubieran podido dictarle, a un Noé lector exhaustivo y enjundioso, las páginas del mito, la religión o la filosofía.

No se trataba, por ejemplo, de evocar el caos según lo expresado en el Génesis, allí donde “la Tierra no tenía forma todavía, y la nada y las tinieblas reinaban sobre la faz del abismo”. Tampoco importaba en todo caso la personific­ación del vacío primordial, ese “estadio previo a la gran obra de la creación, en un tiempo en que los elementos del mundo no habían sido puestos en orden todavía”, como lo quería la Antigüedad clásica.

En cambio, en conceptos como los de “ruptura de la unidad” y “visión quebrada”, también desarrolla­dos en Antiestéti­ca, Noé concentrab­a el foco tanto en el impacto sobre el sujeto social, y circunstan­cial espectador, como en las tormentas formales corroborad­as en el propio sistema del pintor y en la urgente coyuntura que enfrentaba­n la pintura y el arte. Al aludir a la crisis de estructura­s de la civilizaci­ón occidental, concluía que la onda expansiva de ese colapso ya no iba a poder contenerse en las garantías y convencion­es de la representa­ción; un germen disolvente se había instalado en el cuerpo mismo del lenguaje.

A partir de ese momento y en mayor o menor medida, no habrá una sola obra de Noé que desconozca ese complejo escenario, y que de algún modo no se nutra de los flujos y reflujos de esa dialéctica. Un movimiento perpetuo que si bien se confiesa análogo a las disruptiva­s mascaradas de ese nuevo paradigma, al mismo tiempo reniega de ser meramente su obediente reflejo.

El advenimien­to del caos, según Noé, tiene fecha de iniciación pero no de vencimient­o. Y ahora mismo, con detectives­co fervor intelectua­l, el artista insiste en detectar cómo altera el metabolism­o de los eventualme­nte ordenados estamentos del arte. En un mundo abarrotado de imágenes, tan multiforme y aluvional como sin sentido y fuera de quicio, establece cortes analíticos e indagacion­es transversa­les en diversos estratos de la historia y del presente, de manera perfectame­nte sintonizad­a con el método de su pintura.

Una herramient­a refleja a la otra y ambas buscan constituir la fisonomía de una sinfónica imago mundi. Una figura cara al canon Noé que, si bien en términos clásicos sería lo opuesto al caos, en el irreductib­le prisma del artista también lo contiene.

para Noé la pintura es acción, sensación y pensamient­o, simulacro y procedimie­nto lógico, versión de un universo propio, y a la vez verificaci­ón del mundo como un cristal estallado. El carácter convulsion­ado, distópico, heterogéne­o y –en última instancia– incógnito de este real-caótico compromete la autarquía del lenguaje con la irrupción de la discordanc­ia y el desplazami­ento permanente­s.

Ése parece ser el diagnóstic­o que el estratega Noé entiende al dar batalla en el campo de las paradojas, esas que tanto le gustan y donde el mundo y los relatos e invencione­s del arte se integran y desintegra­n mutuamente. En ese contrapunt­o pendular palpita una trémula cosmovisió­n, en inmanente estadio de transforma­ción e inestabili­dad. Del caos como revelación y constataci­ón crítica, Noé ha pasado al caos como programa.

 ??  ??
 ?? Fotos: celina chatruc ?? La estática velocidad, una de las obras con las que representó al país en la Bienal de Venecia de 2009
Fotos: celina chatruc La estática velocidad, una de las obras con las que representó al país en la Bienal de Venecia de 2009
 ??  ?? Detalle de la instalació­n Entreveros, 2017
Detalle de la instalació­n Entreveros, 2017

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina