Guatemala: Estado débil y violencia
Perfil: doctora en Ciencias Sociales (UNQ), investigadora adjunta del Conicet; coordinadora del Grupo de Estudios sobre Centroamérica de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA
Su tema: sociología histórica; estudios centroamericanos
Prácticamente ausente en la agenda mediática, durante años América Central fue vista como un territorio más bien homogéneo y difuso, simple “patio trasero” de Estados Unidos. El trabajo de la socióloga Julieta rostica se centra, justamente, en romper con ese imaginario: “Hay que distinguir entre las historias de cada país, sus procesos políticos y sus diferentes vínculos con Estados Unidos”, indica. La investigadora puso el foco en Guatemala, donde encontró un hecho que toca directamente la historia de nuestro país: la colaboración de la dictadura argentina con la represión militar guatemalteca.
“Unas doscientas mil muertes y un millón y medio de desplazados internos en un país que tiene el tamaño de una provincia nuestra”, dice, como para precisar la dimensión de un horror que la OnU calificó de “genocidio”, y que alcanzó su punto máximo entre fines de los años 70 y comienzos de los años 80. Al frente de un equipo de investigadores argentinos y centroamericanos (provenientes de la antropología, la sociología, la politología y la historia), rostica considera que el acercamiento entre el gobierno militar argentino y quienes en Guatemala dirigían una represión “de escala inusitada y crueldad difícil de dimensionar” se produjo fundamentalmente durante el gobierno de Jimmy Carter y una política que, entre otras cosas, implicó el recorte del financiamiento norteamericano en Guatemala. “Hubo una especie de retraimiento de Estados Unidos –explica–, y ese lugar lo ocupó la Argentina.”
A partir del intercambio con instituciones centroamericanas y el trabajo con archivos de las Cancillerías, Ministerios de relaciones Exteriores y ejércitos de la Argentina y Guatemala, la investigadora está reconstruyendo una trama de asistencia económica y de asesoramiento en cuanto a inteligencia militar y metodología represiva. “Esta faceta de las relaciones exteriores no está muy investigada –comenta–. Durante el gobierno de Carter había un discurso antinorteamericano por parte de las Fuerzas Armadas y la ultraderecha anticomunista.”
Asimismo, considera que en la matriz del genocidio guatemalteco hay una específica conjunción de factores: racismo, doctrina de la seguridad nacional y un neopentecostalismo que se hizo ideología de Estado a principios de los años 80. Esto se conjuga con un Estado débil (un aspecto al que rostica presta especial atención) que, en la actualidad, aparece fuertemente ligado al narcotráfico.