Piden enjuiciar a los secuestradores de un fiscal de Lomas de Zamora
La víctima es Sebastián Scalera; el rescate fue de US$ 20.000
Un fiscal federal solicitó que cinco procesados sean sometidos a juicio oral, acusados de integrar la banda que el año pasado secuestró al fiscal general adjunto de Lomas de Zamora, Sebastián Scalera, y a su pareja, que fueron mantenidos cautivos hasta que sus familiares pagaron 20.000 dólares de rescate.
Los acusados por “asociación ilícita y secuestro extorsivo” son los hermanos Maximiliano Roberto y Marcelo Alejandro Romero, de 35 y 41 años; Mariano “Benja” Moreno, 26, y Juan “Lean” Alberto Espíndola, 29. Cristian Leonardo Toledo, 42, está imputado por “tenencia ilegal de arma de uso civil”.
El fiscal federal de Lomas de Zamora, Leonel Gómez Barbella, dio por acreditado que el 4 de mayo de 2016, entre las 23 y las 23.30, Scalera y su novia iban en un Audi A1 por la calle Isla Soledad al 200 cuando un Fiat Siena rojo les cerró el paso.
Bajaron de ese auto delincuentes que obligaron a Scalera a pasarse al Fiat Siena, mientras que la pareja del fiscal –el mismo que el mes pasado ordenó la detención de Jorge Castillo, “El Rey de la Salada”– quedó dentro del Audi.
Los secuestradores, que escuchaban la frecuencia policial de radio, golpearon a Scalera para que entregara el dinero que llevaba consigo. Además, lo obligaron a llamar a su madre, a la que le exigieron 20.000 dólares de rescate. Tras obtener el pago, los delincuentes escaparon en ambos vehículos. Primero liberaron ilesa a la mujer y luego, a Scalera.
“A lo largo de la instrucción quedó demostrado que los imputados tomaron parte de una asociación ilícita, cuyo objeto principal fue el de cometer delitos de secuestros extorsivos agravados, robos agravados, la adquisición de autopartes de origen espurio y el desguace de vehículos”, estableció el fiscal Gómez Barbella, según informó ayer la agencia de noticias Télam.
Durante la pesquisa llevada adelante por detectives de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Lomas de Zamora se determinó que los sospechosos vivían en el barrio “Campo Tonqui”, de Ingeniero Budge. Los investigadores corroboraron que “Maxi” Romero era el jefe de la banda.
El fiscal federal requirió también que se investigue el patrimonio de los sospechosos por “la posible comisión de lavado de activos provenientes de las actividades delictivas en las que hubieron tomado parte los imputados”.