El dolor de un día que no opaca una gran semana

Fernández, que el martes se convirtió en el 1 del mundo en tenis adaptado, cayó en la final

LONDRES (De un enviado especial).– “Es una derrota dura de pasar, dolorosa, pero un resultado no va a opacar esta semana y lo que hice en los últimos meses. No voy a ser injusto con mi trabajo ni con mi equipo analizando solamente un resultado”. Es Gustavo Fernández el que masculla las palabras. Luego de alcanzar el número 1 del mundo en tenis adaptado hace una semana, no pudo consagrarse en la final de Wimbledon, al caer por 7-5, 3-6 y 7-5 con el sueco Stefan Olsson.

El cordobés sacó 5-3 en el tercer set, pero no lo pudo cerrar. Por ello, su bronca. Y porque también cayó en la final de Roland Garros este año (ganó Australia). “Perder dos finales de Grand Slam seguidas es duro. Lo ves a Federer ganar 19 y parece fácil. Pero no lo es. Falta mucho para el US Open, tengo un montón de días de entrenamiento por delante y partidos importantes. Estamos en el número 1 porque lo merecemos”, expresó el Lobito, cuyo ejemplo de superación adquirió mayor exposición que nunca.

“Esta semana me dejó muchos aprendizajes. Si bien llegué al número 1 siento que tengo mucho por mejorar. Era una semana muy especial. Traté de no enfocarme en lo que pasaba alrededor, pero era difícil sobrellevar todo. Perder también te enseña y, a veces, más. Agradezco porque he tenido millones de mensajes, más de los que podría responder yo solo. Pero lo haré, porque me llega mucho que la gente se tome el tiempo para escribirme y valorar lo que estamos haciendo”, dijo Fernández, que continuará en Europa. Después de unos días de descanso volverá a competir en un torneo sobre polvo de ladrillo –su superficie favorita– en Bélgica. Luego, regresará al país.