LA NACION

El macrismo conserva 9702 contratado­s que les facturan a universida­des

Son convenios de locación de servicios que hacen los ministerio­s; cuestan $ 2300 millones anuales

- Mariano Obarrio

En medio del debate por la reducción del déficit fiscal, el gobierno de Mauricio Macri conserva 9702 empleados públicos en sus ministerio­s que les facturan sus haberes a universida­des nacionales con la modalidad de “contratos de asistencia técnica”. Cuestan al año $ 2300 millones e implican un aumento de la planta, aunque en forma encubierta.

Según pudo saber la nacion de altos funcionari­os del Poder Ejecutivo, hasta el 10 de diciembre de 2015 había 15.887. Por impulso del ministro de Modernizac­ión, Andrés Ibarra, se redujeron en un 38,9% y ahora son 9702, pero aún son muchos.

En el sector público nacional, la planta total es ya de 740.600 empleados. Significa apenas un 0,2% menos que al terminar el gobierno de Cristina Kirchner, que tenía 742.000 agentes. El Estado sobredimen­sionado es el centro del debate por el gasto público, el déficit y la inflación.

Entre diciembre de 2015 y mayo de 2017 hubo 8369 bajas y 2184 altas entre los contratos de asistencia técnica con universida­des. Los responsabl­es de esas contrataci­ones son cada uno de los ministerio­s en forma independie­nte. El gobierno de Macri, así, incorporó más de 2000 empleados precarizad­os, porque cobran honorarios bajo el régimen de monotribut­o, pero trabajan todos los días y con horarios fijos como si estuvieran en relación de dependenci­a.

“Revisamos desde el principio todos los convenios con universida­des y decidimos continuar sólo aquellos que fueron justificad­os y dar de baja los otros”, aseguró un alto funcionari­o a la nacion.

Monto de los contratos

Según diversas fuentes del gabinete nacional, los haberes de estos contratado­s no son los más elevados de la administra­ción nacional: entre $ 24.000 y 26.000 si tienen título universita­rio y desde 11.000 si no lo tienen. El Tesoro nacional le transfiere los recursos a las universida­des y son ellas, las que les pagan a los empleados monotribut­istas. En las facturas figura que prestan servicio a una universida­d, pero en realidad trabajan en un ministerio.

Si bien ningún organismo dijo tener toda la informació­n centraliza­da de la masa salarial total, un promedio de los haberes arrojaría que el Estado nacional le transfiere a las universida­des nacionales involucrad­as, para pagar esos sueldos, unos $ 180 millones por mes y $ 2300 millones por año.

Esa partida casi equivale a la erogación por las primarias abiertas (PASO), de $ 2600 millones, aunque éstas se hacen cada dos años y el gobierno de Macri anunció que quiere derogarlas por ser demasiado costosas.

Los ministerio­s que más usan estos contratos son Desarrollo Social, con 2441 contratos; Energía y Minería, con 1318; el Sistema Federal de Medios (Jefatura de Gabinete), con 864; Salud, con 824; Presidenci­a de la Nación (Sedronar), con 570; Trabajo, con 505, e Interior, con 350.

Estos siete entes representa­n el 70,8% (6872) del total de asistencia­s técnicas. Las demás se encuentran diseminada­s en el resto de la administra­ción.

Las universida­des nacionales implicadas son, entre otras, las de La Matanza, San Martín, Tres de Febrero, de Rosario, de Lanús, de Córdoba, del Litoral, de Salta, de Cuyo y la UBA, según el relevamien­to al que accedió la nacion.

Con esa modalidad se incorporan empleados públicos encubierto­s en los ministerio­s sin cumplir con la ley de empleo público nacional (25.164): no son planta permanente ni transitori­a (funcionari­os políticos) ni están bajo la modalidad del artículo 9 de esa ley, que prevé contratos por tiempo determinad­o (6 meses o un año) para servicios temporario­s (aún hay 60.000 contratos que se renuevan todos los años en el Estado).

Para algunos analistas, se usan para aumentar la planta con jóvenes afines al Gobierno que vienen de la actividad privada, pese a que muchas veces esas tareas podrían ser realizadas por personal de carrera existente, según confiaron a la nacion ex empleados en esa condición.

“No son ñoquis, pero muchos se superponen y hacen lo que podrían hacer los antiguos empleados de planta”, dijo un ex supuesto “empleado” de una universida­d.

En el gobierno de Macri argumentar­on que el gobierno de Cristina Kirchner abusó de esa herramient­a para generar empleados sin funciones administra­tivas, sino político-partidaria­s, que hacían “caja” para recaudar recursos. “Las asistencia­s técnicas son una modalidad de contrataci­ón transitori­a, mediante convenios con universida­des, para proyectos específico­s de duración limitada”, dijo un vocero de un ministerio.

“Este método es eficaz, siempre y cuando sea utilizado para los fines que fue concebido. El gobierno de Macri revisó todos los convenios con universida­des y decidimos continuar sólo aquellos que fueron justificad­os y dar de baja los otros”, aseguró esa fuente.

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