El clima electoral tensó una reunión que fue un repertorio de chicanas

Hubo duros cruces entre los bloques; Carrió dejó el encuentro y la reunión terminó de forma abrupta

Elisa Carrió se acomodó los lentes espejados, agarró su cartera y se fue. La reunión de la Comisión de Asuntos Constitucionales llevaba un par de horas y ya era un hervidero de chicanas elevadas de tono. La embestida de un diputado camporista colmó la paciencia de Lilita y llegó el portazo.

Ayer, el debate por la situación de Julio De Vido fue un round de golpes y contragolpes duros, en un clima de evidente campaña electoral. Nadie se privó de enrostrarle al adversario alguna vieja causa judicial o una traición política.

Ya en la previa, el ambiente se sentía tenso ante las dudas por la postura del massismo. “¡Te lo pido en nombre de la legitimidad por la que llegaste a diputado, te lo pido por la Constitución!”, cruzó Carrió a Julio Raffo, un diputado alineado con Sergio Massa que pretendía impulsar un proyecto más “blando”, para pedir los expedientes a la Justicia antes de decidir sobre De Vido.

Con el paso de los minutos, las charlas subterráneas terminaron alineando al massismo y los cruces más fuertes se dieron con el kirchnerismo.

El diputado Tailhade (FPV) se encargó de repasar presuntas denuncias que –según él– pesaron sobre algunos de los presentes en la reunión. “No queda claro por qué se lo quiere expulsar a De Vido. Si es por inhabilidad moral, hay que recordar que el diputado [Guillermo] Durand Cornejo (Pro) tiene dos denuncias de acoso sexual en Salta”, dijo.

“¡Falso! ¡Falso!”, lo desmintió el legislador salteño.

Tailhade prosiguió con su listado, que luego le valió el apodo de “lengua bífida”: “Eduardo Costa, cuya bella esposa [Mariana Zuvic] está acá, está imputado por lavado de dinero... ¡Usted, [Pablo] Tonelli, usurpó la banca en el Consejo de la Magistratura!” Cuando terminó el discurso, el titular de la comisión se ocupó de enrostrarle “la causa que le pesa como ex titular de la IGJ”.

Las chicanas del kirchnerismo también tuvieron al massismo como blanco. “Esto es un camino al

matadero para un diputado. ¿Por qué no citamos también a Sergio Massa, que fue jefe del gabinete del ex ministro De Vido?”, ironizó Diana Conti, ya fuera de eje, tras calificar la reunión como una “feria”, un “circo” y una “parafernalia”.

A su turno, Graciela Camaño se ocupó de listar los casos, el fiscal y el juez de las casi 30 causas que tiene De Vido como imputado. “Hace mucho tiempo que nos escandaliza De Vido..., esto hay que tratarlo rápido para que no se convierta en un tema electoral”, señaló.

Nadie pudo, sin embargo, repeler del todo el olor a campaña que circulaba por el recinto. “¿Nos animamos a discutir el tema de los fueros o sólo queremos prensa?”, espetó Carla Carrizo (ECO).

Hubo un solo tema que mostró coincidencias en todos los bloques: el repudio a los tiempos de la Justicia. “Los jueces están más al tanto de las fechas electorales que la política”, evaluó Mario Negri (UCR). Su par Ricardo Alfonsín se ofuscó: “¡El problema no está en el Congreso..., está en Comodoro Py!”

Hacia el final, el temario del día pautaba el tratamiento de dos cuestiones de privilegio del kirchnerismo. “¿Tratamos esto? Porque Tonelli llamó a un cuarto intermedio”, se preguntó Tailhade mientras muchos se levantaban de sus sillas.

“¿Sabe qué diputado? ¡Me cansó!”, respondió Tonelli, que cerró los micrófonos de forma abrupta y dio por cerrado el debate.