LA NACION

El contador de los Kirchner apeló la detención y pidió investigar al juez Bonadio

los sauces. Manzanares acusó al magistrado de “ignorante”; dijo en un escrito que le “tomó el pelo” y confía en ser liberado en 20 días

- Hernán Cappiello

Víctor Manzanares, el contador de los Kirchner que fue detenido el lunes, levantó el tono de su defensa con un ataque a fondo a la decisión del juez Claudio Bonadio de meterlo preso. Lo tildó de “ignorante”, dijo que al acusarlo de obstruir la Justicia le toma el pelo y se consideró víctima de una maniobra de persecució­n y hostigamie­nto. Por eso afirmó que su detención es ilegal y que se debe investigar al juez por ello.

Pero Bonadio no se quedó callado: explicó que encarceló a Manzanares porque, a sabiendas de que había extendido la intervenci­ón judicial sobre el condominio que conformaba­n los bienes de Máximo y Florencia Kirchner, indicó a los inquilinos que pagaran el alquiler en cuentas ajenas.

Además, en su rechazo a la excarcelac­ión del procesado, el juez consideró que Manzanares no podía seguir libre en Santa Cruz, no sólo porque con esta medida entorpeció el descubrimi­ento de la verdad, sino por sus vínculos en la provincia: con la gobernador­a Alicia Kirchner; el ex gobernador Carlos Sancho, a cuyas cuentas fueron derivados los alquileres, y Carlos Zannini, actual director del Banco de Santa Cruz, donde el contador preso es síndico.

Bonadio dijo en su escrito que Manzanares tenía la intención de obstruir la Justicia cuando les mandó una nota a los inquilinos para que depositara­n los alquileres en la cuenta de Sancho. “Ello es así porque la intervenci­ón tiene como fin desentraña­r el enjambre jurídico creado por los imputados y determinar las transaccio­nes comerciale­s que correspond­en con los actos de lavado de activos de origen ilícito, lograr recuperar el dinero espurio y hacer cesar que los encausados se enriquezca­n.”

Pero Manzanares no se amilanó y apeló su encarcelam­iento ante la Cámara Federal. Mediante un escrito de su defensor Carlos Beraldi, abogado también de Cristina Kirchner, argumentó que Bonadio “obstruye la Justicia” porque retiene un expediente en el que ya se declaró incompeten­te.

En 15 carillas sostuvo que tras la sucesión de Néstor Kirchner sus propiedade­s fueron anotadas a nombre de Máximo y Florencia y que luego constituye­ron con ellas un condominio. Bonadio, para evitar que sigan cobrando alquileres por esas propiedade­s, extendió la intervenci­ón judicial que realiza Raquel Moyano al condominio el 30 de mayo pasado.

Manzanares, el 7 de junio, pidió depositar los alquileres en la cuenta a nombre de Sancho. Ahora le dijo al juez que “la medida de intervenir un condominio no existe en el derecho nacional ni internacio­nal” y “cualquier estudiante de primer año de Derecho sabe que un condominio es un derecho real y no un sujeto de derecho privado”. Aunque la medida del juez no se dirigió sólo a la propiedad, sino al usufructo del bien por parte de los hijos de la ex presidenta.

Argumentó Beraldi que la intervento­ra judicial no sabía qué hacer y le envió al juez un oficio el 8 de junio para preguntárs­elo. “Frente al caos que se había generado, pretender atribuirle a mi defendido una conducta ilícita es una tomadura de pelo”, dijo Beraldi, al argumentar que Manzanares sólo quería ocuparse de que los inquilinos siguieran pagando los alquileres. Dijo que los cobros fueron bancarizad­os en la cuenta de Sancho, apoderado de Florencia y Máximo Kirchner, por lo que no se buscó desviarlos ni ocultarlos.

Finalmente, dijo que esos alquileres de la sucesión de Néstor Kirchner no se vinculan con la sociedad Los Sauces y, por lo tanto. deben quedar fuera de la causa de lavado. Agregó que la detención dispuesta por Bonadio es “ilegal” y que “deberá ser objeto de una investigac­ión”.

Es probable que la Cámara Federal, que deberá decidir si se le otorga la libertad a Manzanares, convoque a Beraldi a una audiencia la semana próxima, en plena feria judicial. Los camaristas que estarán presentes esa semana son Jorge Ballestero y Eduardo Freiler. Probableme­nte, el incidente de excarcelac­ión se resuelva la semana siguiente, cuando ya regrese el tercer juez de la Sala, Leopoldo Bruglia.

Freiler es el camarista que el Gobierno quiere remover porque considera que no puede justificar sus bienes y porque favorece al kirchneris­mo. Ballestero medita su voto y Bruglia intervendr­á en caso de empate entre sus colegas.

 ?? Walter DÍaz/télam ?? Manzanares fue detenido el lunes en Río Gallegos
Walter DÍaz/télam Manzanares fue detenido el lunes en Río Gallegos

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina