El títere que sueña violines
La sala más grande de Pan y Arte nos recibe cálidamente en un día muy frío. Hay una mesa preparada y un músico con su violín a un costado que intervendrá brevemente en la ficción. la titiritera se acerca y sonríe. la historia empieza desde cero. literal. Las ramas del violín propone la construcción tanto en términos temáticos como en relación con los recursos. luis, el protagonista-títere de esta historia atraviesa todas sus interacciones con el mundo a partir de lo musical. desde que nace. va a cantar antes de aprender a hablar, va a reproducir musicalmente el sonido del timbre o a llorar en clave de sol o de fa o quién sabe… Cuando crezca sabrá que tiene antecedentes familiares. el violín se convertirá en su sueño y en el objeto de su búsqueda. la propuesta articula la construcción del instrumento y el universo referido del luthier, con la propia construcción de la puesta en escena. es muy bello el modo en que se imbrican. la titiritera tararea una canción, el violinista la interpretará luego en el violín.
una habitación se transforma en un bosque pero del otro lado de las cosas hay misterios a develar. un armario puede llevar a un universo paralelo. la mesa es el espacio provisorio para el recorrido de luis. la puesta no elude el artificio, por el contrario, subraya el armado. salvo con la aparición del caballo que por causa del modo en el que se lo manipula, juega más bien con una aparición “mágica” (perdón por el término), sorpresiva, probablemente porque es un elemento con atribuciones de movimiento que no reproducen el real. Cuando luis quiere trepar un mueble, agacharse para entrar por un rincón, pasar las páginas de un libro, arrancar una “cuerda” de un árbol, los movimientos reproducen los antropomórficos, sus acciones se parecen a las que llevan a cabo las personas. No sucede lo mismo con el desplazamiento del caballo y funciona como una especie de nexo entre el mundo de la fantasía y el mundo de luis, de este lado del armario. la propuesta parece tener un lado y el otro, como dos caras de una misma moneda. un lugar de continuidad de dos mundos que se articulan con fluidez.
es necesario decir que Carolina erlich, que manipula y brevemente construye personaje (en ocasiones es la mamá de luis), lo hace con precisión y con ternura (dos ingredientes fundamentales para que haya belleza y armonía) y que las realizaciones de Gabriela Civale pertenecen a la categoría del sueño, tan bello que es difícil de describir con palabras de este mundo de despiertos. una preciosa propuesta para los chicos y los grandes con capacidad de gozar de la hermosura.