Energía de hogar
Hay muchos sistemas disponibles para quienes tienen que renovar la calefacción, están por mudarse o quieren adoptar opciones sustentables y de bajo consumo; guía para elegir bien
¿ Cuál es la forma más segura, menos contaminante, que brinda un calor envolvente, sano y que a la vez nos permite ahorrar energía? El mayor ahorro y eficiencia en la actualidad se consigue a través del sistema de piso radiante con agua caliente, pero su instalación resulta costosa y bastante problemática para una casa donde se está viviendo. Es por eso que las opciones en la ciudad hoy por hoy se limitan a piso radiante eléctrico, radiadores de esa misma modalidad o bien estufas, ya sea a gas o eléctricas. Técnicamente es preferible utilizar gas antes que electricidad para generar energía calórica dado que la mayoría de la energía eléctrica en la Argentina proviene de quemar gas. Por lo tanto, si utilizamos electricidad estamos convirtiendo calor en electricidad y electricidad nuevamente en calor.
Dicho de otro modo, si pensamos en las opciones más sustentables cabe recordar que cada conversión de un tipo de energía a otra tiene asociada una pérdida, con lo cual es preferible reducir la cantidad de mutaciones. No hay que olvidar que la matriz eléctrica argentina proviene mayoritariamente de quemar combustibles fósiles como el gas natural o el gasoil. Así, los sistemas eléctricos terminan siendo más contaminantes para el ambiente que la quema de gas local. Por lo tanto, si no se cuenta con una instalación de piso radiante o radiadores a agua, el tiro balanceado es sin duda preferible a cualquier tipo de instalación eléctrica tanto a nivel económico en materia de consumo como de eficiencia en el uso de la energía.
ESTUFAS DE TIRO BALANCEADO.
A pesar de sus décadas de servicios prestados, siguen siendo una buena opción para calefaccionar la casa. Cuentan con una doble comunicación, toman oxígeno del exterior y desechan la combustión también hacia afuera, por lo que pueden instalarse en todo tipo de ambientes, incluso en baños y en dormitorios. Otorgan un calor envolvente y no producen dolor de cabeza ni sensación de falta de aire, aunque sí pueden resecar un poco las mucosas en especial si están a máxima potencia. Por eso, conviene siempre regularlas. Para un ambiente de 6 x 5 metros se necesita una estufa de entre 3000 y 4500 calorías aproximadamente. Es necesario hacerles una revisión para chequear que sus dispositivos de seguridad funcionen y realizar una limpieza de quemadores una vez por año al comienzo del invierno, siempre a cargo de un gasista matriculado.
SISTEMAS ELÉCTRICOS.
Hay que estar atentos al consumo porque elevan considerablemente el monto a pagar en la factura de luz. Por ejemplo, si se elige un aire acondicionado frío/calor es conveniente fijarse que su etiqueta diga clase A, porque consumen menos energía que los B o C. Este tipo de calefacción se incluye entre las opciones eléctricas más eficientes, ya que cuenta con un termostato que mide la temperatura del ambiente y una vez alcanzada deja de calentar. Otros sistemas disponibles son los paneles eléctricos, tipo Ecosol, que calientan por efecto joule y luego irradian el 85% de su calor. Se trata de una placa de cemento y celulosa que tiene en su interior una resistencia eléctrica; funciona por convección y calor infrarrojo. Entre las principales ventajas que presenta es que es un sistema de calefacción limpio que no produce olores, ni genera residuos porque no hay combustión. Además, los paneles no usan líquidos ni aceites ni gases, y no consumen oxígeno. Su instalación es sencilla: basta con tener una toma eléctrica. Se pueden colocar en cualquier ambiente de la casa, pero siempre hay que prestar atención a elegir el indicado según cada ambiente. Por ejemplo, para unos 38 m2 se recomienda usar un panel eléctrico de 450 watts. La desventaja tanto para el aire acondicionado como para los paneles eléctricos es que, además del mayor consumo de energía, en el caso de climas muy fríos, precisan complementarse con otro tipo de calefacción.
CALEFACCIÓN SOLAR.
Es el sistema que menos contamina, el más seguro y el que permite ahorrar más energía. Los dos tipos de calefacción solar que se pueden utilizar son a través de piso radiante y de radiadores a agua, pero es más eficiente cuando se trabaja con piso radiante porque da un calor más uniforme y envolvente. Dependiendo de la de ubicación geográfica por el nivel de insolación, la alternativa más eficaz es un sistema híbrido entre energía solar (termotanques solares) y un sistema de piso radiante. En los días soleados (aunque haya una temperatura de hasta -35°C), el sistema calienta el agua y la entrega a la caldera a gas. Ésta, al detectar que el agua ya está caliente, no enciende su quemador y así se logra la mayor eficiencia y ahorro. Los colectores solares se colocan en el techo de una casa o de un edificio, y aportan agua caliente a la caldera existente.