CONVERTÍ TU CAMA EN UN NIDO ACOGEDOR
Antes reservada para el descanso, ahora, gracias a la tecnología y el diseño, también puede ser un óptimo lugar para trabajar
Apabullados por el ritmo enloquecedor de la vida actual, valoramos como nunca el disfrutar del bienestar que brinda quedarse en el hogar. Y en este plan de desenchufarse, la cama cada vez es más protagonista porque ya no está reservada únicamente para dormir: cada vez pasamos más tiempo recostados con el celular o la tablet, viendo una serie o incluso trabajando o estudiando con la notebook. Qué mayor placer que vestir, abrigar y adornar la cama con objetos infaltables. primero, hay que empezar por el colchón. Entre las opciones más convenientes están los de resortes envueltos en forma individual que hacen que el colchón se adapte al cuerpo, pero el movimiento no se transfiera. los de espuma de alta densidad tienen acción terapéutica y corrigen las malas posturas que adquirimos durante el día. En materia de almohadas se imponen las llamadas “inteligentes”, que se adaptan al contorno de la cabeza y del cuello, recuperan su forma inicial tras el uso y mejoran la circulación sanguínea. para vestir la cama, hay opciones para todos los gustos y gran variedad de precios. En sábanas se deben elegir preferentemente las que tienen una cantidad de hilos alta (a partir de los 200) y que sean de algodón. Es cierto que presentan una desventaja: tienden a arrugarse con facilidad. En cambio, las que tienen un porcentaje de poliéster necesitan menos plancha y son más resistentes, pero restan en suavidad. algunas marcas proponen opciones que van desde juegos de sábanas de algodón y poliéster de 144 hilos, de algodón egipcio de 210 hilos, lisas o estampadas, y para los más exigentes, las de textura extra suave como las de satén, 100% algodón, de 360 hilos. conviene elegir tonos neutros desde blanco, beige, crudo o pasteles, que transmiten una sensación de armonía y relajación y resultan más fáciles de combinar. para abrigar nuestro nido, una de las alternativas más tentadoras son las frazadas de microfibra o también de polar, porque resultan livianas, suaves al tacto, conservan el calor y vienen en un sinfín de estampados. las vidrieras también ofrecen las mantas que mezclan lana y viscosa. Sin duda, las de pura lana merino son una de las mejores elecciones porque se trata de un tejido de fibra natural que cumple su función aislante y a la vez transpira y no conserva la humedad. También se puede recurrir a acolchados rellenos de material sintético o a los edredones rellenos de pluma, que resultan livianos e híper abrigados. En ambos casos, si son de buen gramaje pueden usarse como única opción de abrigo. por lo general, los edredones vienen de entre 175 g/m2 y 500 g/ m2. Se suman las fundas nórdicas, similares al edredón, con la diferencia de que llevan un relleno sintético o de plumas en su interior que puede quitarse. algunos negocios proponen un acolchado compuesto en un 70% por plumas duvet blancas seleccionadas. El duvet se extrae del abdomen de aves como el pato, cisne u oca, y es una especie de pelusilla tridimensional (no tiene el canuto de la pluma en el medio). Estos cobertores se adaptan a la forma del cuerpo, son extremadamente flexibles y excelentes aislantes. además, no es necesario agregar mantas ni colchas, lo que hace más sencilla la tarea diaria de tender la cama. para completar, no pueden faltar almohadones. por lo general, se colocan dos hileras y hasta tres: los más grandes atrás y los más pequeños y vistosos adelante a modo decorativo. Es importante elegirlos de diferentes medidas, para poder acomodarlos según los necesitemos, para estar sentados o recostados. otro de los objetos de deseo en los dormitorios, un infaltable que adquirió protagonismo en los últimos años como elemento decorativo y a la vez de abrigo, es el pie de cama también llamado throw. Se trata de mantas rectangulares tejidas a mano en lana pura que pueden usarse sobre la cama o un sillón, o bien tener a mano cada vez que nos recostamos y queremos un plus de tibieza.