Una tormenta perfecta
Para que una pyme quiera tomar nuevos empleados necesita confiar en que la Justicia también la defenderá frente a un injusto reclamo laboral. Hoy esa confianza no existe. Y no se logrará porque el mayor problema es el actual sistema institucional de relaciones del trabajo, que incluye leyes laborales, convenios sindicales y la actuación de estructuras sindicales y de la justicia del trabajo. El sistema laboral, como está diseñado, es un freno y desalienta la generación de trabajo, traba el crecimiento de las pymes y solo es fuente de marginalidad, irregularidad laboral y desempleo. Las normas no propician los premios al compromiso con la empresa, los incentivos a la mayor capacitación y colaboración, y tienen una marcada tendencia a igualar
hacia abajo. Por esa razón las empresas, en especial las pymes, no quieren crecer tomando nuevos trabajadores. El ingreso de un trabajador es un riesgo muy grande. Es muy frecuente que empleados ya antiguos, juntamente con abogados de la industria del juicio, busquen hacer su negocio autodespidiéndose de la empresa donde trabajan. Esto es grave y hace imprevisible el costo laboral. El empresario pyme está en un estado de estrés permanente, que lo distrae de su función principal. Así las cosas, nadie gana, salvo unos pocos vivos: el Estado no recauda, el empresario no vende, el empleado no mejora su salario, el desempleado sigue desempleado, el empleado en negro sigue en negro y los sindicatos pierden recaudación. Es una tormenta perfecta. Urgentemente se requiere una nueva legislación de empleo y convenios sindicales, en especial para las pymes. Mario Falicoff
DNI 8.037.020