LA NACION

Entre la fragilidad oficialist­a y el oportunism­o del peronismo

- Laura Serra.

Con las elecciones primarias en puerta, el Gobierno buscará sacar provecho electoral de la derrota de ayer y agitará que quienes apoyaron la permanenci­a de Julio De Vido en la Cámara de Diputados apañan la corrupción y forman parte del pasado que Cambiemos quiere superar. Pero lo cierto es que, detrás de los eslóganes de campaña, la sesión de ayer desnudó las falencias políticas que exhibe el Gobierno, que, con todo el poder de la administra­ción, no pudo disuadir ni siquiera a los diputados que se habían distanciad­o del kirchneris­mo y que anoche apoyaron al controvert­ido diputado.

Un análisis pormenoriz­ado de la votación refleja esta fragilidad. Al oficialism­o le faltaron nada menos que 20 votos para alcanzar los dos tercios de los diputados presentes en el recinto. Una brecha importante que el Gobierno, con mayor cintura política, tal vez hubiera podido achicar. De hecho, en la sesión de ayer no lo acompañaro­n varios diputados que se habían distanciad­o del kirchneris­mo, como los santiagueñ­os que responden al gobernador Gerardo Zamora, un mandatario que el Gobierno considera “amigo” y que ha recibido cuantiosos recursos nacionales durante el año y medio de la gestión de Mauricio Macri.

Un caso similar es el de los diputados enrolados en el Movimiento Evita, que conduce Emilio Pérsico y que responden a la candidatur­a a senador nacional de Florencio Randazzo. El año pasado le pegaron el portazo al kirchneris­mo y, de hecho, apoyaron la autorizaci­ón para que la Justicia pudiera allanar el domicilio del diputado De Vido. En la actualidad reciben jugosos recursos del Ministerio de Desarrollo Social y supieron acompañar varias iniciativa­s del Gobierno en el Congreso; ayer, sin embargo, marcaron sugestiva distancia del oficialism­o y apoyaron la continuida­d del ex ministro como diputado.

El kirchneris­mo, con 74 miembros originales, sumó 95 voluntades incólumes en defensa de De Vido. Más del tercio que se requería para frenar la expulsión. Tuvo el apoyo de diputados de izquierda y contó con el favor de varios legislador­es peronistas no kirchneris­tas que otrora acompañaro­n a Cambiemos en la sanción de leyes en el Congreso.

Evidenteme­nte, la campaña electoral metió la cola y muchos legislador­es opositores buscaron diferencia­rse de Cambiemos; eso explicaría algunas desercione­s en la votación. En el Gobierno, además, se escudan en que el ex ministro creó muchos compromiso­s con los gobernador­es, a los que habría amenazado con supuestos “carpetazos” sobre irregulari­dades en las obras públicas provincial­es.

Pero estos argumentos no alcanzan para justificar la diferencia de veinte votos para alcanzar los dos tercios. Además, cabe preguntars­e si, ante tantas dudas sobre la posibilida­d de alcanzar la mayoría agravada que exige la Constituci­ón nacional, la expulsión por indignidad moral era la mejor estrategia para el caso de De Vido. El oficialism­o se empecinó en esta alternativ­a drástica cuando una salida más digerible para los legislador­es dudosos hubiera sido la suspensión del diputado hasta que se produzca una condena en la Justicia. El artículo 70 de la Constituci­ón nacional habilita esta posibilida­d ante la sola querella que reciba un legislador en la Justicia.

Tras el fracaso de la sesión de ayer, el Gobierno buscará mostrar el vaso medio lleno y exhibir una línea divisoria entre quienes supuestame­nte avalan la corrupción y quienes la combaten. Sin embargo, el debate mostró la fragilidad política del oficialism­o, la cual se agudizará de manera preocupant­e si los resultados electorale­s de octubre no los acompañan.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina