Todo Bragado, en vilo por el destino de los tres jóvenes
El avión que desapareció el lunes pasado con sus tres tripulantes a bordo es propiedad de la compañía agropecuaria Aibal SA, de la familia Aristi, de Bragado, una ciudad bonaerense en la que viven cerca de 35.000 habitantes.
Desde que el turbohélice bimo- tor, marca Mitsubishi, en el que viajaban el piloto, Matías Ronzano; el copiloto, Emanuel Vega, y el pasajero Matías Aristi, hijo del dueño del avión, desapareció tanto en Bragado como en la ciudad de Lincoln, de donde son Ronzano y Vega, casi no se habla de otra cosa.
La familia Aristi, además de Aibal SA, es propietaria de varios campos en Formosa y de la bodega Melipal, en Luján de Cuyo, en Mendoza, negocio del cual participan las hermanas de Matías, Irene y Clarisa. Aficionado del running, Matías participó de varias carreras internacionales, y le dedicaba al deporte varias horas de entrenamiento. Los otros dos tripulantes del avión, el piloto Matías Ronzano y el copiloto Emanuel Vega, son de la ciudad de Lincoln. Emanuel, en realidad, es oriundo de Bahía Blanca, pero desde varios años su domicilio está en esa ciudad. Practica natación en el club Rivadavia y, según dicen algunos de sus vecinos, es un “chico muy amable, siempre con una sonrisa”.
El padre de Matías Ronzano, jugador de golf, ya no vive más en la ciudad, pero su madre, enfermera, y sus hermanos siguen allí. A la espera de una noticia. O de un milagro.