LA NACION

Sensualida­d y recuerdo a la italiana

- amado mío Gabriel Isod

★★★★ muy buena. dramaturgi­a y dirección: Valeria Ambrosio. idea y producción: Kinucha Mitre. intérprete­s: Florencia Benítez, Nacho Pérez Cortés, Esteban Masturini, Emmanuel Robredo Ortiz, Willy Lemos. músicos: Matías Chapiro, Juan Sak, Adrián Speziale. coreografí­a: Elizabeth de Chapeaurou­ge. vestuario: CalandraHo­ck. luces: Valeria Ambrosio-Leo Gaetani. sala: Maipo Kabaret, Esmeralda 443. funciones: viernes y sábados, a las 21; domingos, a las 20. duración: 65 minutos.

El Maipo Kabaret es una sala pequeña con un ambiente poblado por mesitas, el escenario de club nocturno y una orquesta. sobre todas esas cosas, Amado mío propone construir un clima onírico que remite a un sentimient­o: el amor. ese tema siempre será un buen motivo para organizar un musical, la música en escena amplifica la felicidad y la tristeza.

Willy lemos oficia de presentado­r. Marcha entre los espectador­es con un traje color crema y se llena la boca con conceptos que pueden parecer demasiado abstractos. Ayudado con el trabajo gestual y la cercanía fonética, habla en un italiano fácil de comprender, independie­ntemente del dominio que el espectador tenga de la otra lengua. el sentir entender de inmediato un idioma ajeno funciona, también, como en los sueños. la pieza ha buscado los lugares blandos de la sala que pueden utilizarse en forma creativa, esto va desde las formas de expandir lo escénico mediante la luz (especialme­nte en los primeros minutos) hasta el hacer que una actriz trepe una viga. los procedimie­ntos artesanale­s de mostrar y ocultar apoyan

la lógica del recuerdo que vuelve y, también, permite ir a los saltos en lo narrativo, dejando en segundo lugar la lábil coherencia de la trama.

la propuesta es un concierto teatral en el que las canciones en italiano de los años 60 siempre estarán por delante. un gran uso espacial de valeria Ambrosio hace que los actores rebasen el escenario. los cuadros repiten un ciclo que va del nacimiento del deseo a su agotamient­o, luego el rechazo, luego la vuelta a empezar. el presentado­r irrumpe cada tanto, pero sus palabras no aclaran nada, aquí el texto siempre parece fuera de lugar, apenas invita a una zambullida gozosa en esta lógica extraña. Y el público acompaña sin objeciones, no es raro ver a la gente modular los temas o mover el cuerpo al ritmo propuesto. Hay objetos que recorren: teléfonos a disco, inalámbric­os y celulares, además de cartas y máquinas de escribir. Hablan de intentos de comunicars­e, pero esa comunicaci­ón es siempre inconexa. el amor existe en los cuerpos, pero, al ponerlo en discurso, se vuelve esquivo. la atmósfera retorna siempre a algo un poco decadente que propone el eterno juego entre el deseo y su consumació­n.

el elenco muestra ductilidad para realizar cuadros virtuosos de canto y danza en espacios reducidos, lo que genera una atrayente situación de riesgo acompañada por momentos de humor que se juegan con los músicos, verdadera alma de esta puesta. la relación entre los personajes no es clara, pero llega un momento en el que la obra gana y el espectador deja de preguntars­e por eso, se transforma­n en cuerpos sobre los que uno puede imaginar cualquier historia que trate, claro, de amor. ivanna Rossi hizo la suplencia de Florencia Benítez en la función analizada y confirma que es una de las artistas más completas del género. A cada paso le encuentra una intención, un guiño al público, una interacció­n con sus compañeros que excede lo formal.

Amado mío es el homenaje que su productora, Kinucha Mitre, ofrece a su hermano, luis emilio. A pesar del sesgo que se pueda imaginar que esto trae, siempre se prefiere destacar el amor por sobre el dolor. es propio de los humanos el presentar monumentos a los que nos precediero­n. Así empieza, cuentan, la civilizaci­ón. en egipto quisieron vivir cerca de sus muertos, construir una Acrópolis junto a una Necrópolis. entre otras cosas, les ofrecieron edificios, himnos y otras piezas de arte. Hacer un musical, uno que deja unas cuantas imágenes potentes y una rara alegría por el viaje emprendido, parece conectar con esa necesidad de seguir honrando a los seres queridos.

 ??  ?? Masturini, Benítez, Robredo Ortiz y Pérez Cortés
Masturini, Benítez, Robredo Ortiz y Pérez Cortés

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina