Ocho de cada diez mujeres padecen situaciones de acoso
El 97% de las víctimas no denunció esas agresiones que ocurren en las calles y oficinas
Ocho de cada diez mujeres fueron víctimas de acoso callejero, aunque en el 97% de los casos no se realizó la denuncia, según reveló ayer un informe de la Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires.
En base al testimonio de 300 mujeres de distintas edades de las localidades de La Plata, Ezeiza, Esteban Echeverría y Lomas de Zamora quedó en evidencia que el hostigamiento comienza en la preadolescencia. El relevamiento detectó que 8 de cada 10 mujeres sufrieron situaciones de acoso callejero. El 97% no denunció esa agresión, en el 60% de los casos fue verbal, mientras que en el 3,5% hubo contacto físico y el 35% de esos ataques tuvo situaciones tanto físicas como verbales.
Además se determinó que el 37% de estas situaciones se produjo en la vía pública, el 18% en plazas, otro 18% en medios de transporte y el 10% en el trabajo.
En tanto, las víctimas de acoso indicaron que el 74% fue provocado por desconocidos; el 18% por conocidos, mientras que el 8% sufrió estas situaciones tanto por conocidos como por desconocidos.
Sobre la base de este trabajo, el organismo que preside Guido Lorenzino elaboró una serie de propuestas, entre ellas el diseño de un marco jurídico provincial para prevenir, tratar y sancionar el acoso callejero en el espacio público.
En la ciudad de Buenos Aires se aprobó el año pasado una norma para sancionar el acoso callejero y en mayo pasado, un taxista de 47 años fue obligado por la Justicia a realizar un curso de convivencia tras ser denunciado por Lucía Cabrera, que fue hostigada durante dos cuadras. Fue esa la primera pena por acoso callejero.
El defensor del Pueblo adjunto, Walter Martello, explicó que “todas las personas tienen derecho a transitar libremente y con la confianza de no ser violentadas, independiente del contexto, la edad, la hora del día o del vestuario”. Y precisó en declaraciones consignadas por Télam que el acoso callejero es “una acción violenta por su unidireccionalidad que vulnera la intimidad de las personas porque no existe un consentimiento de quien lo recibe”.
El informe determinó que el 22% de las víctimas sintió rabia por la situación; el 21%, miedo e inseguridad; el 20%, asco; el 18%, impotencia; el 10%, vergüenza, y el 5%, confusión.