Escribir otras páginas
Qué difícil se hace escuchar las palabras del presidente Vázquez sin reaccionar por lo menos con perplejidad ciudadana. Sus declaraciones son contradictorias, forzadas y de un tenor político partidario alimentado con el único fin de dar “vuelta la página” a un vergonzante proceso que involucró a todo el Frente Amplio. Una vez más, los grupos enfrentados del partido de gobierno laudaron transitoriamente sus diferencias en un diálogo mantenido entre el presidente y el actual senador Mujica. Una crisis política que se quiere ocultar, centrada en las desviaciones legales e inconductas del señor Sendic en su gestión como presidente de Ancap, agregadas a su manifiesta incompetencia para ejercer el cargo de vicepresidente y presidente del Senado. Con el agravante de que el escándalo de un episodio se utiliza también para “tapar” muchos otros conocidos por todos y que se prefiere disimular para preservar variadas aspiraciones electorales.
La corrupción es una mancha de humedad que se extiende en toda la casa del Frente Amplio. Es importante reflexionar sobre todos estos hechos porque si bien son históricos no deben ser vistos desde una fotografía que resalta lo anecdótico, sino desde la existencia de una invisible relación de elementos que vienen del pasado, se manifiestan en todos los ámbitos del Estado y que se definen como lo que se ha dado en llamar el actual “estado de las cosas”.
El gobierno está en el “banquillo de los acusados ”, pero no es suficiente re saltar sus responsabilidades. Las demás fuerzas políticas deben plantear alternativas que no respondan sólo a la desilusión de la ciudadanía, sino que sean el punto de inflexión para rescatar para la democracia, la eficiencia y la transparencia. Los dos elementos que el Frente Amplio ha comprometido y que pretende camuflar para mantener el poder como principal objetivo.
Es hora de escribir otras páginas y no de aceptar sumisamente el método político de dar vuelta todas aquellas que la corrupción y la improvisación han venido escribiendo de manera vergonzosa.
La oposición tiene esa obligación y desafío.