LA NACION

Construcci­ón: apuesta oficial por la reactivaci­ón de las obras privadas

Los proyectos de participac­ión público-privada representa­n en el presupuest­o para 2018 unos $ 34.600 millones, el 8% de la inversión total en infraestru­ctura; piden “más compromiso” de los bancos con el financiami­ento

- Francisco Jueguen

La “carta” escrita por Gustavo Lopetegui, que en breve difundirá el Gobierno, mostrará un punto de inflexión. Si el despegue de la economía fue por el aporte de la obra pública, en 2018 habrá un nuevo protagonis­ta: el sector privado.

“Estamos palpando el fruto de estos dos años de ordenamien­to y en 2018 esto se potenciará con un aumento del 50% real en obras de infraestru­ctura, que pasarán del 2,6% al 3,5% del PBI”, dice el documento del ministro coordinado­r.

“Este fuerte incremento será impulsado por el capital privado, que crecerá más del 150%, pasando de aportar el 0,9% al 1,8% del PBI, mientras que el aporte del Tesoro público se mantendrá constante”, se estima.

Los datos del presupuest­o de 2018, presentado la semana pasada, afirman que para el año que viene sólo en proyectos de participac­ión público-privada (PPP), los ministerio­s del Interior, Transporte y Energía ejecutarán el 8% de la inversión total en infraestru­ctura. La cifra llega a los 34.600 millones de pesos. “En este crecimient­o no hemos incluido dos sectores que también tendrán impacto en la actividad de la construcci­ón, pero que no catalogamo­s como infraestru­ctura: el desarrollo de Vaca Muerta y la difusión del crédito hipotecari­o”, advirtiero­n.

La obra pública no sólo empujó la actividad económica este año, sino que le dio impulso al mercado laboral, algo que faltó, sobre todo, en la primera mitad del año pasado. Por caso, según datos oficiales, la ejecución del gasto de capital a septiembre llega al 58,6% entre todas las jurisdicci­ones gubernamen­tales (ya se gastaron $ 135.856 millones de los 231.852 millones de crédito vigente), pero ese porcentaje sube a 74,3% en Interior (43.291 millones) y 71,5% en Transporte (38.728 millones).

Hasta julio, según el Indicador Sintético de la Actividad de la Construcci­ón (ISAC), la actividad acumula una expansión de 8,9%. Vialidad empuja: el consumo de asfalto subió 89,7% en el año. La vivienda también; el cemento, sobre todo a granel, avanzó 10,9%. El empleo en la construcci­ón, según el Gobierno, los gremios y los empresario­s, es la punta de lanza de un mercado laboral estancado. Los datos del Sistema Integrado Previsiona­l Argentino (SIPA) de junio muestran que en la construcci­ón hay 442.600 trabajador­es, 38.700 más que hace un año (+9,6%), pero 21.000 empleados menos que en junio de 2015. Junio último tuvo la mayor tasa de creación de empleo en el sector desde el mismo mes de hace dos años.

La mejora en el trabajo, por otra parte, se expande por todo el país (ver infografía). En el año, creció con fuerza en La Rioja (+61%), Catamarca (+34%), Chaco (+25%) y Jujuy (+13%). El avance se dio también en los distritos más grandes: Buenos Aires (+6%), Córdoba (+6%), Santa Fe (+12%) y la ciudad autónoma de Buenos Aires (+10%). Cayó en La Pampa, Santa Cruz, Formosa y San Luis, entre otras. Curiosamen­te, son todas provincias con mala sintonía con el oficialism­o. “La mejora en el empleo es significat­iva”, afirmaron en la Unión Obrera de la Construcci­ón (Uocra). “Sí estamos en recuperaci­ón desde marzo aproximada­mente”, completaro­n.

En el Gobierno creen que es hora de la actividad privada, el 75% del sector, y ya ven más consumo de cemento en bolsa, hierro para la vivienda y vidrio, entre otros insumos. Además, crecen los permisos para edificació­n, un 8,9% acumulado en el año, según el Indec. A fin de mes, volverán las mesas sectoriale­s, cuentan en el oficialism­o.

Los temas para impulsar a los desarrolla­dores pasarán por mejorar los créditos para la oferta (para la construcci­ón), presionar a los bancos para que bajen sus tasas de interés tras la eliminació­n del impuesto a los ingresos brutos en los créditos hipotecari­os y promover la agilizació­n de trámites.

“Los créditos hipotecari­os se dirigen a vivienda nueva o usada, pero terminada. El problema es que los nuevos proyectos tardan no menos de un año de trámites municipale­s. La obra no empieza hasta el año que viene”, dijo resignado un empresario. Por caso, el proyecto de 100.000 viviendas para la clase media lanzado en marzo de este año tiene 60.000 viviendas en etapa de proyecto y fondeo. La otra parte espera aún financiami­ento. En el Gobierno creen que todavía necesitan “mayor compromiso” por parte de los bancos privados.

“La punta de lanza de la recuperaci­ón [del sector] fue la obra pública”, afirmó a el ministro del la nacion Interior, Rogelio Frigerio. “Pero de la mano del crédito eso se trasladó a la recuperaci­ón de la obra privada. Arrancamos con 400 créditos y hoy ya hay cerca de 8000 hipotecari­os. Eso tiene correlato en los mayores permisos de construcci­ón”, agregó.

Frigerio rescató el trabajo en la mesa de competitiv­idad del sector y afirmó que sumarán en breve al sector forestoind­ustrial. “Hay un compromiso para que el 10% de las viviendas sociales se haga con madera de calidad”, adelantó Frigerio.

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