LA NACION

The Handmaid’s Tale: una distopía feminista que resuena con más fuerza

La serie, con la que Hulu se afirma como un jugador de peso en la industria, aún no tiene pantalla en nuestro país

-

Cada premio que se llevó The

Handmaid’s Tale en la ceremonia de los emmy, anteanoche, fue un nuevo argumento en favor de su estreno en nuestro país. La serie, que se convirtió anoche en el primer drama emitido en una plataforma de streaming en ganar el premio central en los emmy, no es una producción original de los grandes rivales del mundo On demand –Netflix y amazon–, sino de Hulu, un servicio mucho más pequeño, sólo disponible en los estados Unidos y Japón, que supo arrebatarl­es el premio central con esta estupenda producción.

a pesar de su enorme calidad artística y de sus pergaminos literarios (adapta un clásico instantáne­o de la escritora canadiense Margaret atwood), la serie continúa sin distribuid­or en nuestro país.

La serie, como la novela –de la que se aparta en algunos detalles–, está ambientada en la república de Gilead, una teocracia surgida en lo que antes era la costa este de los estados Unidos tras una catástrofe ambiental que hizo bajar drásticame­nte la tasa de fertilidad. “bajo los totalitari­smos –escribió atwood en the New York times–, la clase gobernante monopoliza lo que considera valioso, así que en Gilead la elite decidió arrogarse la propiedad de las mujeres fértiles, asignadas a los comandante­s como criadas.” La protagonis­ta, interpreta­da por elisabeth Moss, es defred (Offred, en el original en inglés). Las criadas son identifica­das por su dueño, en este caso el enigmático comandante Fred (Joseph Fiennes). No tienen permitido leer, moverse con libertad o formar vínculos. su único propósito es procrear. del ritual también participan las esposas como serena Joy (Yvonne strahovsky) que se quedarán con sus hijos.

esta primera temporada de diez episodios (con una segunda en preparació­n) está ambientada en boston, Massachuse­tts, cerca de la Universida­d de Harvard (cuyos muros son usados para exhibir los cuerpos de quienes infringen las reglas), y también de salem, donde se realizaron en el siglo XVii los célebres juicios por brujería.

Y, de hecho, el terrible mundo que describe la serie tiene una sola regla. todo lo que imagina El cuento de la

criada –recienteme­nte reeditado en castellano– ya ha ocurrido al menos una vez: “Ni leyes imaginaria­s, ni aparatos imaginario­s, ni atrocidade­s imaginaria­s. dicen que dios está en los detalles. también el diablo”, escribió atwood.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina